Es necesario que demos testimonio de vida en lo que pensamos y hacemos |
1. Lectura Bíblica: Salmo 15:1-5
2. Meditación familiar:
Un joven estaba necesitado de dinero para pagar sus estudios, y estaba
vendiendo su teléfono móvil de alta gama por unos cuantos pesos para cubrir su
necesidad. Alguien se aprovechó de la situación y le compró el dispositivo por
muchísimo menos de su valor.
--Luego me remordía la conciencia
y hasta hoy, ese pensamiento no se quita de mi mente. Me aproveché de su
necesidad; hoy es él, mañana puede ser un hijo mío—se lamentaba.
Si anhelamos desarrollar intimidad con Dios es necesario que no abusemos
de quienes necesitan algo, como enseña el salmista: “Los
que prestan dinero sin cobrar intereses…” (Salmo 15:5 a. Nueva Traducción
Viviente)
Estamos llamados a imprimir cambios en nuestra sociedad a partir de un
comportamiento justo; ayudando a quien lo necesite y no aprovechándonos de su
escasez.
Cuando nos aprovechamos de la necesidad de alguien, sacando ventaja,
estamos cayendo en maldad y no es justo delante de los hombres y delante del
Señor. El asunto complejo es que, generalmente, no reconocemos nuestros propios
errores; no nos interesa hacerlo. Lo que viene a la mano es justificarnos y es,
generalmente, lo que hacemos.
Obrar injusticia pone en tela de juicio nuestro testimonio como
creyentes, testimonio que de acuerdo como nos enseñan las Escrituras, debe ser
intachable.
En cierta ciudad peruana un juez era conocido por ser implacable. Sin
embargo saltó a la primera página de los diarios cuando las autoridades
pusieron al descubierto que fallaba muchos de los casos, fundamentado en los “favores” que recibía de los familiares
de quienes estaban siendo procesados.
Dios ama a quienes son intachables. Aquellos que hablan de la fe y del
Evangelio, pero que lo viven. Son ellos quienes desarrollan intimidad con Él,
como enseñan las Escrituras: “y no aceptan
sobornos para mentir acerca de un inocente.”(Salmo 15:5 b. Nueva Traducción
Viviente)
Bajo ninguna circunstancia podemos abandonar nuestra condición de
hombres y mujeres justos. Eso es lo que espera el Señor de nosotros.
Ahora, ¿cómo podemos cambiar? Cuando dejamos que Dios ocupe el primer
lugar en nuestra vida. Ese es el paso fundamental. Él es quien nos transforma,
en la forma de pensar y de actuar.
Insisto: Nuestro amado Dios y Padre debe ocupar el primer lugar en
nuestros pensamientos y acciones. Si es así, tendremos intimidad en Su
Presencia y podremos movernos en la dimensión
sobrenatural que tanto anhelamos.
La Biblia enseña que quienes viven bajo sólidos principios de fe, que se
reflejan en sus acciones, estarán ante el Padre celestial. “Esa
gente permanecerá firme para siempre.”(Salmo 15:5 c. Nueva Traducción Viviente)
Es tiempo de traer cambio a su vida, y el crecimiento en todas las
áreas: la conductual y espiritual, que genera armonía en su mundo interior e
impacta positivamente a quienes le rodea. Sólo con ayuda de Dios podemos
lograrlo.
Hoy es el día oportuno para que le abra las puertas de su corazón a
Jesucristo. Puedo asegurarle que jamás se arrepentirá. Él será quien transforme
todo su ser. No deje pasar este momento y recíbalo en su corazón como su único
y suficiente Salvador.
3. Oración familiar:
“Amado Padre Celestial, gracias por darnos la
posibilidad de vivir este día. Entregamos en tus manos todo lo que vamos a
hacer. Te pedimos como familia que nos ilumines para reconocer nuestros
errores, especialmente cuando cometemos injusticias contra alguien. Ayúdanos a admitir
que fallamos y pedir perdón por la ofensa. Transforma nuestro corazón porque
sólo Tú puedes hacerlo. Amén”
© Fernando Alexis Jiménez – Síganos en www.guerraespiritual.org
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