No importa las circunstancias, Dios nos lleva a la victoria |
1. Lectura
Bíblica: Hebreos
11:8-10
2. Meditación
familiar:
Pastora Omayra Font
No hay nada que cambie más una vida, que hacer lo que
Dios ha ordenado. Si obedeces haciendo lo que Dios te ordena, comienzas a
prosperar y a vivir en bendición, por encima de las circunstancias.
Abraham vivió experimentando cómo se cumplían las
promesas de Dios en su vida porque vivió en fe y obediencia. Dios le dijo: Sal de casa de tu padre y de
tu parentela, y salió. Luego, le dice:
Te voy a dar hijos y, más adelante, le dice: Sube a la montaña y
sacrifícalo y, después, le dice: No lo sacrifiques. Él no cuestionó; él
sólo obedeció, y se le contaron su fe y obediencia, por justicia.
En las Escrituras leemos que: “Fue
por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y
fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. Incluso
cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues
era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob,
quienes heredaron la misma promesa. Abraham esperaba con confianza una ciudad
de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios.”(Hebreos
11:8-10. NTV)
Para lograr la encomienda que te ha sido dada, tienes
que creer que eres el cumplimiento de las profecías pasadas. Mucha
gente está esperando nuevas profecías para ver qué es lo que se va a cumplir,
sin saber que son ellos el cumplimiento de esas profecías.
Eres el cumplimiento de lo que Dios ha dicho que va a
hacer en tu casa, en tu país. Para este momento, para este tiempo, Dios
te ha llamado. Sé tú el cumplimiento; levántate y créele a Dios, obedece
a Dios.
La esperanza de nuestros países no está en el
gobierno. En la biblia, ningún gobierno fue la esperanza del pueblo de
Dios. Los gobiernos, lamentablemente, por lo general, van opuestos a lo
que Dios establece. Por complacer a la mayoría, hacen todo lo contrario a lo
que establece Dios. Donde único hubo alineamiento fue cuando Dios tocaba
el corazón de uno, como Ciro, para libertar al pueblo de Israel.
Preguntarás por qué tantos problemas, y es porque el
enemigo sabe el potencial que Dios ha puesto en ti. En tu matrimonio, en
tu familia, en tu trabajo, cree que eres el cumplimiento de Dios para los que
te rodean y ellos son el cumplimiento de Dios para tu vida.
Tienes que estar dispuesto a batallar. Milita la
batalla de la fe. No te rindas sin dar la pelea, sin hacer lo que Dios
dijo que hicieras. Por encima de la gente que te diga que no se
puede, por encima de los que te abandonen, no te rindas.
Lo que está delante de ti es tan bueno, que vale el
esfuerzo batallar. Pelea la batalla hasta lo último. Tienes que
entender que no te puedes rendir ante cualquier adversidad, y tienes que estar
claro que la victoria no va a llegar sin lucha, sin batalla y que, desde que te
levantas, hasta que vas a dormir, tienes que creer.
Cree; ten certeza; la victoria es segura, por encima
de las circunstancias adversas. ¿Por cuánto tiempo? No
sabemos cuánto tiempo, pero lo único que sabemos es que, Dios lo prometió, y
hay que luchar. A los cristianos, los creyentes, a aquellos que le
aceptamos como nuestro Señor y Salvador, nos han dado una orden: Mantenernos firmes
y luchar, hasta el último momento, porque la victoria es nuestra.
3. Oración familiar:
“Amado
Padre celestial gracias porque eres nuestro Dios y nosotros, una familia
escogida por ti para ser bendecida y bendecir a otras personas. Deseamos
pedirte hoy que nos ayudes a crecer en la fe. Anhelamos que la fe en nuestro
hogar sea una llama que cada día esté avivada. Entregamos en tus manos este
día. Amén”
©
Adaptación
de formato CENTRO DE
ESTUDIOS BÍBLICOS
Léanos en www.selecciondeestudiosbiblicos.org
y www.bosquejosparasermones.com
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