Estamos llamados a perdonar y no guardar rencor en el corazón para poder ser totalmente libres |
1. Lectura Bíblica: Proverbios 4:23
2. Meditación familiar:
¿Sabe usted algo de Victor Emil Frankl el fundador de
la logoterapia? Este neurólogo y
siquiatra de ascendencia judía, nació el 26 de marzo de 1905 en Viena, Austria,
y es un verdadero ejemplo para el mundo. Por espacio de tres años estuvo en un campo de
concentración nazi.
A
pesar del sufrimiento, no permitió que nada dañara su corazón a pesar de que
sufrió en los tristemente célebres campos de Auschwitz y Dachau. Esa
experiencia le marcó para siempre y escribió el libro “El hombre en busca de sentido” y otros 27 libros. Murió el 2 de
septiembre de 1997. Su influencia ha sido grande en millares de personas, a
través de sus escritos. Él encarna a quienes creen en la necesidad de no
permitir que nuestro ser se llene de sentimientos destructivos…
Todos los seres humanos
tenemos la posibilidad de anidar o dejar de lado, sentimientos negativos como
el odio, el resentimiento y los deseos de tomar venganza por el daño que nos
hicieron. Muchas personas le echan la culpa al diablo o incluso a Dios, porque
tienen amargura y veneno en su vida. Desconocen que todos—usted y yo—tenemos la
posibilidad de tomar decisiones, y sobre esas decisiones deberemos responder—hoy
aquí en la tierra, y en un futuro en la eternidad ante el Señor--.
Cuando
vamos a las páginas de la Biblia, en donde siempre encontramos enseñanzas
maravillosas y edificantes, leemos una sabia recomendación del rey Salomón: “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque
este determina el rumbo de tu vida.”(Proverbios 4:23. NTV)
Si
le echamos una nueva mirada al texto, encontraremos que sobre nosotros recae la
responsabilidad de vivir presa de la amargura y el odio, o por el contrario
desechar esos sentimientos negativos por lo destructivo que resulta para
nuestra existencia.
Viene
a mi memoria la historia de un soldado norteamericano quien estuvo por espacio
de siete meses en poder de los vietnamitas. Como consecuencia de esa dinámica
siniestra y diabólica de la guerra, le torturaron y hostigaron día y noche. No
obstante, logró escapar y volver a su país.
Pasados
muchos años, volvió al territorio de Vietnam. Buscó al que fue su verdugo,
inválido porque un explosivo destruyó sus piernas, y le dijo mirándole a los
ojos: “Te perdono”. Dos palabras que
lo marcaron para siempre porque decisión ser libre de la cárcel del rencor. No
guardó nada destructivo en su corazón, y así lo comparte con sus hijos y nietos
con quienes vive hoy en Arizona, Estados Unidos.
En cada uno de nosotros
está la responsabilidad de desechar o guardar cosas en el corazón, en esa área
específica de nuestro ser donde quedan almacenados los recuerdos… Si creemos
que resulta imposible, le recuerdo que con ayuda de Dios podemos lograrlo.
A
propósito, ¿ya recibió a Jesús como el Señor de su vida? Ábrale hoy las puertas
de su corazón. Le aseguro que no se arrepentirá porque Él le llevará a vivir
una existencia renovada. ¡Tome hoy la decisión! Si tiene alguna inquietud, no
dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llámenos al
(0057)317-4913705
© Fernando Alexis Jiménez
3. Oración familiar:
“Amado
Señor, en este nuevo día te damos gracias por la vida. Porque nos tienes
reunidos como familia aquí hoy. Te damos gracias por la provisión diaria, por
las bendiciones, porque nos permites seguir cambiando y tener en el hogar, una
vida plena. Reconocemos que si hay principios y valores en cada uno de los miembros
de nuestra familia, siempre seremos victoriosos. Gracias por quedarte con
nosotros en esta jornada. Amén”
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