Cuando perdonamos, podemos emprender una nueva vida |
1. Lectura Bíblica: Isaías 43:18, 19
2. Meditación familiar:
Lo que
recuerda Ricardo de su niñez, porque se tornó recurrente, eran las cuatro
palabras que le marcaron para siempre y que su padre no se cansaba de repetir:
"No sirves para nada". Incluso en la adolescencia despertaba
sobresaltado escuchando esa frase que le causaba dolor y tristeza.
--No podía acostumbrarme a que
las cosas salieran bien—rememoraba--. Pensaba que en cualquier momento,
algo fallaría y todo terminaría en fracaso, como lo decía mi padre. Creía que,
en verdad, yo no servía para nada--.
La imprecación de que era un
inútil, lo seguía a todas partes como una sombra. Se convirtió en una
enorme barrera cada vez que tenía enfrente una oportunidad. Sin proponérselo,
revivían los incidentes en que su progenitor lo ofendía y declaraba que jamás
llegaría a ser nadie.
Cuando tuvo un encuentro personal
con el Señor Jesús, el curso de su historia cambió. Comprendió que con ayuda de
Dios podía llegar muy lejos, donde quiera que emprendiera un proyecto. Sus
metas podrían materializarse, aun cuando tuviera todo en contra.
--Descubrí
las enormes potencialidades que el Señor me proveyó. Desde antes que naciera,
en sus propósitos eternos, yo era un ganador—explicó
Ricardo al sustentar cómo había llegado a ser presidente de una compañía de
sistemas informáticos.
Cada vez que venían a su mente las
palabras que otrora le llenaron de frustración; "No sirves para nada",
las asumía como un reto para seguir adelante. No constituyeron desde entonces
un obstáculo sino un aliciente para triunfar en todas las etapas de su
existencia.
Quien vive atado al pasado jamás
disfruta el hoy. En la Biblia nuestro amoroso Padre celestial nos instruye a
dejar atrás todo aquello que nos causa dolor y abrirnos a la vida que Él tiene
para nosotros: "Pero olvida todo eso, no
es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues a punto estoy de hacer algo
nuevo. ¡Mira, ya he comenzado!¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto;
crearé ríos en la tierra árida y baldía." (Isaías 43:18, 19. Nueva Traducción
Viviente).
Desde el momento en que recibimos a
Jesús como Señor y Salvador, emprendemos una existencia renovada. Los hechos
dolorosos no pueden seguir ocupando un lugar relevante en nuestro ser. Son cosa
del ayer y allí deben quedar.
Probablemente somos ustedes y yo
quienes nos negamos a las enormes oportunidades que Dios tiene para nosotros.
Miramos el ahora, el hoy, lleno de nubarrones con el panorama delante nuestro,
totalmente ensombrecido. Eso es lo que "queremos ver", no lo que el Señor nos ofrece. Es necesario
entonces, renovar nuestra forma de pensar (Cf. Romanos 12:2)
Recuerde: Dios tiene lo mejor para
usted. Basta que se decida a vivir conforme Dios lo quiere, en bendición y
prosperidad, y no en ruina y fracaso como quizá se encuentra. Si tiene alguna
inquietud, por favor, no dude en escribirnos. Ah, y por favor, que no pase este
día sin que haya tomado la mejor decisión: recibir a Cristo como Señor y
Salvador.
Si tiene alguna
inquietud, no dude en escribirnos webestudiosbiblicos@gmail.com o llamarnos al (0057)317-4913705.
© Fernando Alexis Jiménez
3. Oración familiar:
“Amado Dios y Padre
celestial, te damos gracias porque tu infinito amor y misericordia nos permite
como familia dejar atrás todo trauma y emprender una nueva vida, rodeada de
victoria. Sometemos nuestra vida en tus manos y te pedimos que obres sanidad en
nuestro mundo interior. Llénanos de tu amor y permítenos crecer cada día más.
Amén”
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