Aprenda a hablar con sabiduría

Es importante aprender a ser sabios al dirigirnos a otras personas,
y más cuando es a nivel familiar

1. Lectura Bíblica: Proverbios 14:3

2. Meditación familiar:

La esposa dejó de tratarlo con dureza, cuando Ramiro modificó su forma de expresarse. Cuando eran novios, le hablaba con ternura; una vez contrajeron matrimonio, además de retraído, era muy hiriente. Llegó a ofender no una sino muchas veces la capacidad de su esposa para resolver problemas. “No sirves para nada”, le repetía.

        

    Esa frase hirió profundamente el corazón de Lucía, que también comenzó a cambiar con él. Las heridas se fueron haciendo más y más profundas, hasta el punto que en medio de seis meses, a duras penas se dirigían la palabra. Solamente el saludo.

            Ramiro comprendió un día que seguir en esa actitud, lo que iba a fracturar era su hogar. En medio estaban sus hijos, a quienes amaba profundamente.

“Decidí ser distinto; al principio, nada pasaba, pero con el decurso de los días, nuestra relación matrimonial mejoró. Dios nos ayudó. Aprender a medir el alcance de mis palabras fue clave”, asegura este joven profesional.

            Cuando vamos al libro de los triunfadores, que es la Biblia, leemos que: “En la boca del necio está la vara de la soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.”(Proverbios 14:3. NTV)

            Dios nos llama a ser sabios en la forma como hablamos. Es posible, no en nuestras fuerzas sino con Su divina ayuda, porque Él nos concede el poder para ser diferentes. Puedo asegurar que, si es cuidadoso al hablar con su cónyuge y con los hijos, el ambiente tenso en el que quizá está su familia, cambiará radicalmente. Todo comienza con sabiduría al decir las cosas. Ser prudentes. ¡Dios nos ayuda!

            Si no ha tomado la mejor decisión de su vida que es recibir a Jesús como Señor y Salvador, le invitamos para que lo haga hoy. No se arrepentirá. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llamarnos al (0057)317-4913705

3. Oración familiar:

“Amado Dios y Padre, sabemos que nuestras palabras ofenden o por el contrario, te glorifican. Enséñanos a ser sabios y no destruir con nuestras palabras, más cuando mucho del año lo hacemos a nuestra propia familia. Te damos gracias porque—con tu ayuda—somos victoriosos en el proceso de cambio. Amén”

© Fernando Alexis Jiménez

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