Dios nos permite experimentar cambio y vida plena |
1. Lectura Bíblica: Filipenses 1:6; Efesios 1:4
2. Meditación familiar:
Cuando se miró al espejo, Luisa María
descubrió esa mañana que en verdad había experimentado cambios. Ya no era
rezongona y el ceño, por años fruncido, había vuelto a su posición normal. ¡Había
paz en su mundo interior!
Qué
distinto, pensó, de aquellas épocas en las que despertar se convertía en un martirio,
y en la que—lo primero que hacía—era discutir con quien se encontrara a su
paso. Como alguna vez estaba sola en casa, discutió con el cepillo de dientes porque las cerdas estaban desgastadas. “No se qué haces en el cuarto de baño”,
le dijo.
Su
vida comenzó a cambiar desde el día en que tuvo un acercamiento al libro de los
triunfadores, la Biblia. “Los principios
que encontré allí, eran prácticos. Y los fue
interiorizando. Los cambios se produjeron poco a poco. Dios comenzó a
transformar mi existencia.”, explica esta abogada de 34 años.
Recuerda
–por ejemplo—que no se molestó el día que su esposo regó algo de café en la
mesa mientras desayunaban, ni que la gritería de sus hijos, bulliciosos y
alegres, le hacía perder los estribos. “Todo
era diferente, y mi familia estaba sorprendida”.
Luisa
María encarna de las tantas historias de hombres y mujeres a las que Dios
transforma. Los cambios son evidentes con el paso del tiempo. Viven el proceso
de transformación que experimentamos los cristianos y a los que se refirió el
apóstol Pablo cuando escribió a los creyentes de la Iglesia de Filipos: “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra
en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que
Cristo Jesús vuelva.”(Filipenses 1:6. NTV).
No
se desanime. Ya el Señor comenzó a tratar su vida, y conforme pase el tiempo,
irá perfeccionando su obra. Usted no será alguien distinto de la noche a la
mañana, en un abrir y cerrar de ojos. Todo obedece a un maravilloso proceso en el que nuestro amado Padre celestial va
tratando con nuestra vida.
La
clave del asunto es perseverar y
permitir que nuestro Supremo Hacedor trate con nuestra existencia. Un amigo
pastor decía que es tanto como el joyero trabajando un diamante. “Poco a poco le va dando forma a lo que
inicialmente no tenía figura alguna”, explica.
Si
hay talentos, Dios los potencializará. Si hay aspectos positivos, serán mayores
con ayuda de nuestro Creador porque, como lo describe el autor, Wayne E. Oates.: “Nuestros mayores dones pueden ser al mismo tiempo el
camino para nuestra destrucción si no los ponemos bajo el control de las
intenciones, el propósito y la presencia espiritual de Dios. Al estar así
controlados se convierten en redentivos en vez de destructivos, en creativos en
lugar de debilitantes.”(Wayne E. Oates. “Tras las máscaras – Desórdenes de la
personalidad en el comportamiento religioso. CBP. EE.UU. 1989. Pg. 65)
Tenga presente que el Señor nos ve
como llegaremos a ser y no como somos hoy. Eso es lo maravilloso de nuestro
Dios. Confía en nosotros, sabe que podemos y desea ayudarnos en el proceso. No
estamos solos. Dios está con nosotros.
A propósito, ¿ya recibió
a Jesús como el Señor de su vida? Ábrale hoy las puertas de su corazón. Le
aseguro que no se arrepentirá porque Él le llevará a vivir una existencia
renovada. ¡Tome hoy la decisión! Si tiene alguna inquietud, no dude en
escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llámenos al (0057)317-4913705
© Fernando Alexis Jiménez
3. Oración familiar:
“Amado
Señor Jesús, te damos gracias por este nuevo día. Hijo del Dios Altísimo, sabemos
que no es en nuestras fuerzas sino con ayuda divina, como hoy damos un nuevo
paso hacia el cambio. Como familia sabemos que nos guías y nos fortaleces para
alcanzar nuestro propósito. Te pedimos que te quedes con nosotros en este nuevo
día. Amén”
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