Dios desea que, como familia, experimentemos una vida plena |
1.
Lectura Bíblica: Lucas 15:1-24
2.
Meditación familiar:
Mariana llega, como suele hacerlo cada mes, para
reclamar su cheque de subsidio estatal. Lo guarda con sumo cuidado en el
bolsillo más profundo de su bolso y sale presurosa. Viste con humildad.
Incluso, ya va siendo hora que cambie de zapatos. Están muy viejos. Detrás,
decenas de personas, al igual que ella, esperan su turno para recibir su ayuda.
Son indigentes algunos, otros desempleados. Residen en los suburbios de
Londres.
Hay algo que sorprende en esta mujer que raya
los cuarenta años. Ella, es prima de la Reina Isabel
Segunda. Es una descendiente real. Más
inverosímil aún. Sus padres tienen una fortuna que se estima en 33 millones de
euros. Sin embargo vive en la miseria.
Prefirió la inopia aun cuando podría disfrutar
todas los privilegios que quisiera, pero reside en una casa desvencijada, de
tejas rotas, paredes húmedas y una antejardín que evidencia abandono.
La Biblia dice que usted y yo somos hijos de
Dios. Nuestra vida no puede ni debe proseguir en la miseria. Fuimos llamados a
una existencia renovada. Pero al igual que Mariana Mowalt, la protagonista del
relato, millares de personas prefieren seguir en la indigencia, tanto física
como espiritual. Desprecian la nueva vida en Cristo que el Padre nos ofrece.
El Señor Jesús relató la historia del hijo de un
acaudalado hombre. Un día pidió su parte de la fortuna y la malgastó. En la
ruina, volvió la mirada a la realidad. Reconoció su error. Admitió que no tenía
por qué seguir igual. Regresó a casa y pidió perdón a su padre.
“El joven le dijo: ‘Papá, he
pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo. Pero
el padre ordenó a sus siervos: ‘¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo.
Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero
más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba
muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos
encontrado.’ Así que empezaron a hacer fiesta.” (Lucas 15:21-24. Biblia Nueva
Versión Internacional).
Igual usted. Puede ser uno de los tantos hijos
pródigos de la modernidad. Es hora que despierte.
Reflexione. Su vida puede ser diferente. Dios
perdona todos sus pecados. No importa cuántos errores haya cometido en el
pasado. Él le espera con los brazos abiertos. Quiere darle una nueva
oportunidad. ¡Hoy es el día de comenzar una vida renovada!¡Decídase!¡Basta ya
de vivir en derrota!
3. Oración familiar:
"Amado Señor Jesús, te damos gracias por Tú obra redentora en medio nuestro como familia. Reconocemos que Tú debes ocupar el primer lugar en nuestra vida y en el hogar. Reina sobre nuestro ser, sobre nuestras relaciones, sobre nuestros planes y proyectos. Ayúdanos siempre a crecer como cristianos, en nuestra relación contigo Dios y en la relación con los demás. Amén"
© Ps.
Fernando Alexis Jiménez
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