Las Escrituras hablan de ser fieles a Dios en todo cuanto hacemos... |
1. Lectura
Bíblica: Gálatas 5:13
2. Meditación familiar:
Gálatas 5:13 nos
dice que Dios nos llamó a libertad, y que sirvamos los unos a los otros por
amor.
Hay gente que, por no limpiar su corazón
se convierten en esclavos de la religión en vez de servidores. Es más
difícil levantar servidores que esclavos, porque la gente está dispuesta a
dejarse esclavizar por no tener responsabilidades voluntariamente. Lo que
deberíamos hacer es servir libremente, amándonos unos a otros.
Dios quiere servidores por
agradecimiento a él, y por amor a los demás, porque la obra bendice a los
demás. Pero hay gente que no se quiere comprometer con la iglesia porque
no quiere arreglar las cosas. Quieren venir a la iglesia, pero seguir con
las mismas viejas amistades, con las mismas costumbres, con los mismos
problemas, sin darse cuenta que lo que hace correcto el servicio es llegar con
el corazón en orden, un corazón correcto.
¿Has arreglado y ordenado las cosas con
tus familiares, amistades, vecinos? Si tu respuesta es “no”, entonces, tu
servicio a Dios se ve limitado.
El esclavo está obligado a hacer
ciertas cosas; el servidor simplemente las hace. El esclavo hace lo menos que
se requiere de él; el servidor hace lo más que puede. El esclavo camina una
milla, según la biblia; el servidor, si a quien le está sirviendo le pide
que camine una milla, camina dos. El esclavo siente que le roban, que lo
obligan; el servidor siente que lo que hace es dar. El esclavo se siente atado;
el servidor sabe que es libre. El esclavo pelea por sus derechos; un servidor
entrega sus derechos.
El que llega a este nivel de servir es
porque tiene libertad de conciencia de que ha hecho todo lo que pueda.
Las Escrituras enseñan “Porque vosotros,
hermanos, á libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad
como ocasión á la carne, sino servíos por amor los unos á los otros.”(Gálatas
5:13)
Si estás delante
de Dios, y recuerdas que tienes algo pendiente con alguien, deja tu servicio,
tu ofrenda en el altar y regresa a arreglar las cosas. Si Dios no recibe
lo que tú presentas, ¿cómo puede reaccionar a lo que presentas? Si no lo
puede recibir, porque el corazón no lo permite, ¿cómo crees que va a reaccionar
para bendecirte?
Pídele al Señor que te haga libre de
todo recuerdo, de todo pasado, que ordene tu vida y puedas presentarte delante
de él, sabiéndote libre, para que Dios reciba tu ofrenda, tu servicio y entres
por la puerta de la bendición.
3. Oración familiar:
“Amado Señor Jesús, Hijo del Dios Altísimo: Te damos gracias por este nuevo día, porque es un día de victoria y de bendición el que nos estás regalando. Permítenos aprender a valorar todo lo hermoso que siempre tienes para nosotros. Como familia te pedimos que no hoy sino siempre, ocupes el primer lugar entre nosotros.Amén”
© Otoniel Font
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