El propósito de Dios es que, como familia, experimentemos crecimiento en todas las áreas |
1. Lectura Bíblica: 2 Corintios 10:4
2. Meditación familiar:
El crecimiento del cristiano es como el
crecimiento biótico, que depende de un ambiente compartido, en un tiempo
determinado, para el crecimiento. Toda semilla, dentro de sí, lo que
tiene es crecimiento, y la biblia nos enseña que el crecimiento le corresponde
a Dios. Nosotros trabajamos con el ambiente que compartimos en común que
afecta a ese crecimiento.
Hay muchas enseñanzas en la parábola del
sembrador y debemos entender que la semilla en esta parábola no es dinero, ni
es una acción, sino que es la palabra de Dios. Lo que hace que nuestras
ofrendas se conviertan en semilla es la revelación de la palabra que está en el
corazón. Es importante que ofrendemos por revelación de la palabra.
En esta parábola que Jesús nos enseña, el
problema no es del sembrador, el problema tampoco es de la semilla, sino que
hay diferentes clases de terreno que dan diferentes resultados; entre ellos, el
pedregal. El pedregal es el que recibe la semilla, la palabra, con gozo y
buen ánimo, pero no hay frutos porque no hay profundidad.
La falta de profundidad hace que, ante
situaciones difíciles, la semilla no dé frutos. La profundidad es lo que
determina el resultado de la semilla. Debemos cuidar que la palabra de
Dios cale profundo en nuestras vidas.
Los pedregales son aquellos pensamientos
que no permiten que haya profundidad en la revelación de la palabra. La
biblia también nos ensena que esos pedregales, esos pensamientos, se
levantan como fortaleza, en altivez y tratan de destruir la semilla, la palabra
de Dios.
Tenemos la solución en nuestras manos para
derribar todo argumento, toda fortaleza, y es llevar cautivo todo pensamiento a
la obediencia de Cristo. En 2 Corintios 10: 4, Pablo nos dice que “…las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de todo argumento y altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia de Cristo.”
Estas armas espirituales se encuentran en
la misma semilla, en la misma palabra de Dios. No debemos andar como
cristianos no cimentados, sino como aquellos que están bien plantados y
levantarnos con las armas espirituales, sembradas en la misma semilla, para
poder derribar y destruir toda fortaleza que vaya en contra de la palabra de
Dios.
El vocabulario que usa Pablo en esta
revelación es de milicia. Un militar es vigilante, disciplinado, no
cuestiona, sino que es obediente porque sabe vivir bajo autoridad. Para
añadir profundidad, debemos ser disciplinados. Porque el resultado que
obtiene la palabra está determinado por la actitud y la profundidad que
nosotros le pongamos a esta palabra y cómo combatimos contra esos pensamientos
altivos.
Los pensamientos negativos siempre van a
llegar, pero toma las armas espirituales y lleva cautivo todo pensamiento a la
obediencia de Cristo declarando y creyendo la palabra de Dios. Cuando
vengan circunstancias difíciles a tu vida, quita todo pensamiento negativo y
protege esa semilla, cuida de esa palabra y levántate como un cristiano
victorioso.
3. Oración familiar:
Amado Dios y Padre: reconocemos que en la mayoría de los casos dependemos de nuestras fuerzas y no de ti para experimentar crecimiento espiritual. Hoy te pedimos, como familia, que nos ayudes a crecer pero no dependiendo de nosotros mismos sino en intimidad contigo. Sabemos que quieres, puedes y deseas ayudarnos en ese proceso. Quédate con nosotros hoy. Amén”
© Omayra Font
Adaptación a formato del CENTRO DE ESTUDIOS
BÍBLICOS
“
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