Es necesario orar por nuestro cónyuge y nuestros hijos |
1. Lectura Bíblica:
Salmo
37:4
2. Meditación familiar:
Cuando
hay una Carga de Oración en nuestra vida, se produce una necesidad y sentido de urgencia para
clamar al Padre celestial y, además, siendo sensibles a ese llamado, nos
convertimos en instrumentos útiles en manos de Dios.
Las Escrituras aluden claramente a tres tipos de cargas que
podemos experimentar:
a. Carga de
culpabilidad por el pecado cometido
b. Carga de preocupaciones
c. Carga que
Dios pone en nuestro corazón para orar por alguien o una situación en particular
Recuerde que las cargas
de oración contribuyen a transformar personas y circunstancias, de ahí que no
es prudente eludirlas.
¿Cómo funcionan las
Cargas de Oración? Esta constituye otra pregunta muy importante.
La respuesta también es sencilla porque la dinámica de las Cargas de Oración no
resulta tan compleja como muchos imaginan.
Dios ve la necesidad de
una persona, digamos Carlos. Él pone en el corazón de Luis que ore por la
necesidad de Carlos. Tal vez no sentirá paz hasta que haya buscado el rostro
del Señor a favor de la necesidad que esa persona enfrenta.
¿Qué hace Dios? Nos
convierte en instrumentos útiles en Sus manos, al permitirnos ser partícipes
del proceso de transformar personas o circunstancias. Y algo más: Recibimos
bendición cuando somos sensibles a la carga de oración.
¿Cómo pone Dios Cargas
de Oración en nuestro corazón? Hoy ha sido una oportunidad maravillosa para
despejar muchos interrogantes que tal vez asaltan su corazón cuando hablamos de
un tema que poco se aborda en las iglesias como son las Cargas de Oración.
Dios las coloca en
nuestro corazón al menos en tres circunstancias puntuales:
a. Cuando vemos
alguien o algo que inquieta nuestro corazón
b. Por
sugerencia de alguien cercano
c. Cuando
leemos un pasaje de las Escrituras que toca nuestro corazón
En el caso específico de
Nehemías, fueron sus hermanos quienes le compartieron la difícil situación por
la que atravesaban los compatriotas, y él inmediatamente tomó esa carga que le
llevó a orar durante varios días, acompañando esa búsqueda del Señor con ayuno.
¿Cuánto pueden durar
esas Cargas de Oración? Creo que una respuesta clara la ofrece el autor y
conferencista internacional, Charles Stanley cuando escribe: “No todas las oraciones requieren días o
siquiera horas; algunas cargas pudieran ser porque Dios quiere que usted haga
en ese momento. Por ejemplo, Él pudiera poner en usted la carga de llamar a un
amigo o darle algo a quienes lo necesitan. Ese tipo de cargas pudieran
comprenderse de inmediato sin un largo proceso de búsqueda del Señor. Pero
tenemos que estar dispuestos a pasar más tiempo con Dios cuando sea necesario.” (Charles Stanley. “Trátelo con oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1994.
Pg. 60)
La carga puede ir en
aumento, o puede pasar rápidamente. Lo que sí se convierte en un común
denominador en todas las circunstancias es que la carga sólo se quita cuando
oramos. Es necesario perseverar en esa disposición porque nuestro adversario
espiritual, satanás, procurará desestimar en nuestro corazón el llamado de Dios
o tal vez desanimarnos.
Le invito finalmente
para que consideremos la clara diferencia que hay entre carga y preocupación,
porque podríamos estar confundidos sobre este aspecto.
La carga de Oración
viene de Dios y lleva a orar por un motivo específico. No busca nuestra gloria
particular sino la de Aquél que nos llama a cumplir esa misión.
La Preocupación, en
cambio, tiene como origen no confiar
plenamente en Dios y procurar resolver los problemas en nuestras fuerzas
Tenga presente que la
existencia de una carga de oración prueba que Dios ya está trabajando en el
asunto. Y dos elementos para concluir: Dios desea concedernos las peticiones de
nuestro corazón (Salmo 37:4), y desea que dispongamos el corazón para recibir
las cargas de oración.
Que no pase este día sin
que tome la mejor decisión de su vida: Abrirle las puertas de su corazón al
Señor Jesús. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.
Si tiene alguna
inquietud, por favor, no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llamarnos
al (0057)317-4913705
© Fernando Alexis Jiménez
3. Oración familiar:
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