Si perdonamos, damos lugar a la unidad familiar |
1. Lectura Bíblica: Salmo 18:30-35
2. Meditación familiar:
Si me dice: “Suena hermoso aquello de perdonar, pero me resulta difícil”, lo
comprenderé. A nadie le va a resultar fácil ni hoy ni nunca. No obstante, las
fuerzas para perdonar y vencer—cualquiera sea la situación--, provienen de
Dios.
El
rey David lo describió así: “En cuanto a Dios, perfecto es
su camino, y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en él
esperan. Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de
nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de poder, y quien
hace perfecto mi camino; quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar
firme sobre mis alturas; quien adiestra mis manos para la batalla, para entesar
con mis brazos el arco de bronce. Me diste asimismo el escudo de tu
salvación; tu diestra me sustentó, y tu
benignidad me ha engrandecido.”(Salmo 18:30-35. NTV)
Si
encuentra muy complicado prodigar el perdón, someta esa situación en manos de
Dios. Puedo asegurarle que lo logrará; alcanzará la victoria.
Si
usted desea ser libre de la enorme carga de la falta de perdón, debe tomar la
iniciativa. Dios no la tomará por usted. Él le ayudará en el proceso, pero no
le obligará.
Le invito a considerar la apreciación del afamado
autor y conferencista, Gary Rosberg: “Como el perdón es un
acto de voluntad, es probable que tome un tiempo llegar al punto en el que
verdaderamente estás listo para perdonar. Si se trata de una ofensa menor, el
proceso de perdón puede llevar menos tiempo, pero si se trata de una ofensa
mayor, debemos prepararnos para un proceso de sanidad interior más largo. El
único error que cometemos es el de negarnos a entrar en el proceso.”(Gary y
Barbara Rosberg. “Matrimonio a prueba de divorcio”. Editorial Unilit. EE.UU.
2004. Pg. 96)
Dios valora el que tomemos la
iniciativa y lo dejó muy claro en la enseñanza que impartió el apóstol Pablo a
los creyentes de Éfeso y a nosotros hoy: “Por el
contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos
a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.”(Efesios
4:32. NTV) La decisión es suya. Decídase hoy. Dios le ayudará.
Tenga presente hoy y siempre, que
la falta de perdón daña nuestra salud. No es algo nuevo. La ciencia lo ha
comprobado. Conozco personas que han sufrido tremendos quebrantos en su
organismo, y cuando les ministramos, comprobamos que estaban odiando a alguien.
El
apóstol Pablo, inspirado por Dios, dejó clara la necesidad de no permitir que
en nuestro corazón tome fuerza la falta de perdón: “Además, «no
pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga
mientras siguen enojados, porque
el enojo da lugar al diablo.”(Efesios 4:26, 27. NTV) La decisión, hoy y
siempre, está en sus manos. Dios le ayuda, pero es usted quien debe decidirse
por el perdón.
Tenga
presente que hoy es el día
para rendir nuestro hogar en manos del Señor Jesús. Podemos tener la certeza de
que no nos arrepentiremos. Si no ha recibido aún a Jesús como el Señor y
Salvador de su vida, hágalo. Es la mejor decisión.
Si tiene alguna inquietud, por
favor, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com o llamar al (0057)317-4913705.
© Fernando
Alexis Jiménez
5. Oración al terminar la Célula familiar:
“Amado
Padre celestial, te damos gracias porque gracias a tu ayudas nos llevas siempre
a nuevos niveles como familia, y de perdedores nos conviertes en triunfadores.
Tú nos concebiste para ser ganadores, y en esa dirección queremos movernos
siempre con tu ayuda. Oramos que nos des la sabiduría y fortaleza necesarias
para seguir cambiando. Quédate siempre con nosotros. Amén”
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