Es importante definir un "lugar secreto" para buscar de Dios cada día |
1. Lectura Bíblica: Mateo 6:6
2. Meditación familiar:
No importa cuán ocupado
pueda encontrarse: Defina un lugar secreto en el cual reunirse con Dios. Es
cierto, hay momentos en los que caemos rendidos y apenas vamos a la cama,
quedamos fundidos de sueño hasta el
día siguiente. No obstante, que no pase un solo día sin que haya buscado al
Señor en oración.
El Señor
Jesús enseñó este poderoso secreto a multitudes y nos transmite ese principio a
nosotros hoy: “Pero tú, cuando ores,
apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado.
Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.”(Mateo 6:6. NTV)
Su habitación
también puede ser el lugar secreto en
el que busca a Su Creador al comenzar y terminar la jornada diaria.
Hay quienes
hablan con el Padre celestial mientras conducen a la oficina o quizá se
encuentran inmersos en un prolongado embotellamiento de vehículos. Generalmente
las personas alrededor estarán tan ocupadas que no se quedarán mirándole si sus
labios se mueven mientras murmura una oración.
No permita
que concluya este día sin que haya definido su lugar secreto para encontrarse con Dios. Es un principio del Reino
de Dios que enriquecerá grandemente su vida espiritual.
Como siervos de Dios, deseosos de ser eficaces en el
servicio al Reino, es esencial que definamos un horario cada día para esos encuentros con el Creador. ¿Por qué
resulta importante? Porque generalmente nos ocupamos en tantos rudimentos del
servicio eclesial, que descuidamos lo más importante. Puede que sea
inconsciente, pero siempre encontraremos algo
qué hacer, y nos apartará de la intimidad que debemos desarrollar con Dios
en oración.
No desmaye en
ese propósito de encontrarse con el Señor, de conocerle. Hoy es el día para que
reavive ese deseo. Buscarlo implica perseverar, estar comprometidos a tiempo
completo porque nuestro Dios no es un Dios de medio tiempo como enseña el autor
y conferencista internacional, Bill Mac Cartney: “Dios no es un Dios a tiempo parcial. Él está allí para cualquiera que
le busque de todo corazón, mente y alma. Nada nos hará profundizar más en
nuestra relación con Dios que la oración ferviente... La oración es el regalo
de Dios para nosotros. Es el espacio donde Él nos revela una porción de su
corazón. Pero sorprendentemente, la oración es la disciplina más descuidada en
la Iglesia hoy.”(Bill Mac Cartney. “Siga hasta la meta”. Editorial Unilit.
EE.UU. 1996. Pg. 23)
Volvernos a
Dios y encontrarle es posible. Basta que dispongamos nuestro corazón para esa
búsqueda que comienza y siempre proseguirá en oración. Aparte tiempo y un lugar
secreto para orar. Es la mejor decisión que jamás podrá tomar, y que sin duda,
le resultará altamente satisfactoria y enriquecedora para su vida personal y espiritual.
Si tiene
alguna inquietud, por favor no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llámenos
al (0057)317-4913705
3. Oración familiar:
© Fernando Alexis
Jiménez
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