Todos en familia podemos recibir más y más llenura del Espíritu Santo |
1. Base Bíblica: Juan 16: 7, 8; Mateo 28:20
2. Meditación familiar:
Con frecuencia al término de las
conferencias me preguntan si he tenido la experiencia de hablar en lenguas.
Estoy seguro que no soy el único. Lo más probable es que a usted también le
hayan bombardeado con estos interrogantes.
El asunto, para serle sincero, no me preocupa. Sí, he
tenido oportunidad de hablar en lengua muchas veces. Eso, por supuesto, no me
hace más espiritual que otro cristiano. Lo que me inquieta es que infinidad de
personas consideran que so no hablan en lenguas, no tienen la llenura del
Espíritu Santo. ¡Tremendo error!
Esa es su forma de cumplir una maravillosa que hizo a sus
seguidores: “Y yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo”(Mateo 28:20 b).
El Maestro les pidió que se quedarán en Jerusalén porque
ellos recibirían el poder necesario para serle testigos “… hasta lo último de la tierra”(Hechos 1:8).
El anuncio tuvo su
cumplimiento cuando estando juntos en el aposento alto “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y empezaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que hablasen”(Hechos
2:4).
Observe dos aspectos de suma importancia. El primero, que
absolutamente la totalidad de los presentes—porque no huno ningún
impedimento—recibieron la llenura espiritual. El segundo, es que el Espíritu
Santo se manifestó en nuevas lenguas “…según el Espíritu les concedía que hablasen”.
Pero aquí, sin duda, se
produjo un fenómeno particular. Los congregados en el lugar hablaron lenguas
espirituales que Dios sí entendía; pero milagrosamente, también, otro grupo
hablaba en idiomas conocidos por quienes venían de territorios lejanos. “Estaban atónitos y maravillados, y decían:”¿No son
galileos todos estos que hablan?¿Cómo, pues, les oímos hablar en nuestra lengua
nativa?”(Hechos 2:7, 8).
El hablar en lenguas no es el único indicio de que usted
tiene el Espíritu Santo. Recuerde que lo recibió cuando aceptó en su corazón al
Señor Jesús como único y suficiente Salvador.
El apóstol Pablo advierte que “...hay diversos dones, pero el Espíritu es el mismo. A
cada uno le es dada manifestación del Espíritu para el bien común” (1 Corintios
12:5, 7).
A continuación describe que entre los dones se
encontraban la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia, la fe, el don de la
sanidad, la operación de milagros, el discernimiento de espíritus, la
diversidad de lenguas y la interpretación de las mismas. “Pero todas estas cosas, las efectúa uno y el mismo
Espíritu, y reparte a cada uno en particular como él quiere”(1 Corintios
12:7-11).
¿Se da cuenta que no solo quien habla en lenguas
manifiesta en su vida la presencia del Espíritu Santo? Ahora, el apóstol Pablo
recomienda: “Por eso, el que habla en otra lengua, pida
que se interpreta. Porque si yo otro en otra lengua, mi espíritu ora, pero mi
entendimiento queda sin fruto”(1 Corintios 14:13, 14).
Sin duda el Espíritu se está manifestando en su
existencia en consonancia con la consagración con la que camina delante de
dios. ¿Deseos? A todos los seres humanos nos siguen asaltando, aún cuando somos
creyentes. El secreto está en depender del Señor Jesucristo para que nos
fortalezca y podamos vencer la tentación.
El que no hable en lenguas no necesariamente señala que
no tiene la presencia del Señor en usted.
Pablo dijo a los creyentes de Corintio: “...Procurad los mejores dones...”(1 Corintios 12:31),
dejando cimentado el hecho de que usted puede también pedir a Dios el don de
hablar en lenguas, y sin duda lo recibirá.
Ese mismo Dios de poder y de gloria es el que le
concederá la fuerza necesaria para vencer la naturaleza pecaminosa y avanzar
con solidez hacia el crecimiento personal y espiritual.
Si no ha recibido a
Jesucristo, hoy es el día para que lo haga. Basta que le abra las puertas de su
corazón. Su vida será transformada. Si tiene alguna inquietud, no dude en
escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com
o llamarnos al (0057)317-4913705
© Fernando Alexis Jiménez
3. Oración familiar:
“Gracias
amado Padre celestial porque cada día aprendemos más y más de ti. Deseamos
conocerte en tu gloria, saber más del Dios que ama nuestra familia y nos ayuda
a crecer en todas las áreas. Dios, ayúdanos a tener la sabiduría necesaria para
perdonar si alguien nos ofendió, a guardar calma cuando nos sentimos provocados
y a caminar en Tú voluntad. Quedamos este día en tus manos. Amén”
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