Es necesario cuidar nuestra familia ante los ataques del adversario espiritual... |
1. Lectura
Bíblica: Juan 10:10; Hechos
20:29-31
2. Meditación
familiar:
En su oficina, Satanás limpió sus anteojos. Le ardían los ojos. Los tenía enrojecidos. Llevaba varios días presidiendo un Consejo Extraordinario con todo su séquito demoníaco para articular estrategias que le permitieran causar fuertes golpes a los cristianos. “No encuentro una estrategia eficaz, práctica y sencilla”, dijo a sus inmediatos colaboradores, que como él, sentían con preocupación que pasaban las horas sin hallar una salida al callejón en que se encontraban.
En su oficina, Satanás limpió sus anteojos. Le ardían los ojos. Los tenía enrojecidos. Llevaba varios días presidiendo un Consejo Extraordinario con todo su séquito demoníaco para articular estrategias que le permitieran causar fuertes golpes a los cristianos. “No encuentro una estrategia eficaz, práctica y sencilla”, dijo a sus inmediatos colaboradores, que como él, sentían con preocupación que pasaban las horas sin hallar una salida al callejón en que se encontraban.
En el tablero, con múltiples señales de haber borrado una y otra vez los apuntes con marcadores de colores, se encontraban propuestas, algunas demasiado desgastadas: traer desánimo a los creyentes, acusarles con sus pecados del ayer, experimentar la sensación de que sus oraciones no recibían respuesta de Dios y la convicción de que no era necesario congregarse en ninguna iglesia para crecer en lo personal y espiritual.
--Borren eso, ya nada sirve—dijo don Sata, visiblemente malhumorado--. Hay que encontrar nuevas tácticas…--.
Uno de sus ayudantes, el que siempre le llevaba la maleta, miró a sus congéneres demoníacos y casi con timidez se atrevió a insinuar: “¿Qué tal si nos infiltramos en las iglesias? Estando dentro, podríamos destruirlos más fácilmente”. El director del averno lo miró con esa expresión de “Tu no hablas sino tonterías”, pero segundos después, tras analizarlo, le pidió que explicara más en detalle su propuesta.
Y fue así como esa calurosa tarde se planeó, hace muchísimos siglos, una táctica que le ha rendido buenos resultados al mundo de las tinieblas: enquistarse en las propias congregaciones para generar un daño de incalculables e impredecibles consecuencias…
Al tiempo que
las iglesias cristianas experimentan un crecimiento exponencial, rápido y sorprendente
en ciudades y pueblos, también se registra un preocupante incremento de la
caída moral de pastores, obreros y líderes de las diferentes denominaciones.
¿La razón? Está en marcha una cuidadosa estrategia del mundo de las tinieblas
para frenar el avance del Evangelio de Jesucristo.
Ya nuestro amado Salvador había advertido que “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.”(Juan 10:10 Nueva Traducción Viviente). El apóstol Pablo, por su parte, alertó a los creyentes de Éfeso: “Se que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán el rebaño. Incluso algunos hombres de su propio rebaño se levantarán y distorsionarán la verdad para poder juntar seguidores. ¡Cuidado!...”(Hechos 20:29-31 a .
Nueva Traducción Viviente)
Ya nuestro amado Salvador había advertido que “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.”(Juan 10:10 Nueva Traducción Viviente). El apóstol Pablo, por su parte, alertó a los creyentes de Éfeso: “Se que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán el rebaño. Incluso algunos hombres de su propio rebaño se levantarán y distorsionarán la verdad para poder juntar seguidores. ¡Cuidado!...”(Hechos 20:29-
Como solemos repetir en mi amada Latinoamérica: “Guerra avisada no mata soldados”. Es una señal de alerta impartida siglos atrás que hoy se ha materializado de manera preocupante.
Como seguidores
de Jesucristo y, como padres e hijos, debemos cuidar nuestras vidas y nuestras
familias. Nuestro enemigo no sólo ataca las congregaciones, también procura
causar daño en los hogares. Él sabe que puede resultar eficaz. Tener claro que
es necesario mantenernos alerta. Dios nos permitirá tener muy claro cuando
vienen ataques. Recuerde, no solo aplica a nuestra vida personal sino familiar.
3. Oración familiar
“Amado Señor Jesús, como familia nos dirigimos hoy a ti para
pedirte que nos ayudes en el propósito que tenemos de crecer juntos. Sabemos
que nuestro enemigo espiritual procura destruirnos pero confiamos que nos
permitirás, cada día, permanecer unidos y, en oración, descubrir y poder
enfrentar las artimañas del adversario. Gracias porque tú eres, Señor Jesús,
quien nos aseguras la victoria. Amén”
© Fernando Alexis Jiménez
Léanos en www.guerraespiritual.org
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