En familia podemos enfrentar exitosamente las dificultades que salen al paso cada día |
1. Lectura Bíblica: Job 1:20-22
2. Meditación familiar:
Richard Villadiego era
inquieto. Jugaba al fútbol, leía con avidez, trabajaba en labores de la
construcción ayudándole a su padre, y un atardecer cualquiera, al regresar de
su trabajo, tomó la determinación más desfavorable de su vida: recogió un
extraño artefacto abandonado en el camino y, dominado por la curiosidad, quiso
abrirlo... La detonación de la mina antipersonal le amputó sus brazos.
Al principio pensó que sus sueños habían terminado. Su
mayor aspiración había sido siempre cursar una carrera profesional y granjearse
los recursos necesarios para ayudar a sus padres. Con el trágico incidente, le
asaltó la sensación de que ya no podría ser...
Hoy Richard es una criatura renovada. Confía plenamente
en un mañana de esperanza de la mano con Dios. Él ha sido su ayuda en los
instantes agobiantes que ha pasado en clínicas y hospitales siguiendo el
proceso de rehabilitación. No está amargado. Ya perdonó en su corazón a quienes
dejaron aquella mina explosiva en el camino. Desea para ellos lo mejor. Hay una
actitud de fe y esperanza en su vida.
Los seres humanos
tenemos la inclinación de experimentar desánimo, frustración o hasta rabia
cuando enfrentamos problemas que consideramos, no tienen solución. ¿Es ese su
caso? Es importante que revisemos cómo nos comportamos cuando algo va en
contravía de lo que consideramos va ha suceder. Esa decisión, de auto
evaluarnos, nos permitirá aplicar correctivos hacia el futuro.
En la antigüedad un hombre que caminaba en rectitud delante de Dios,
enfrentó ataques de Satanás que le dejaron sin propiedades económicas y más:
sin sus diez hijos. Fue algo sumamente traumático para él. “Entonces
Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en
tierra, adoró y dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré
allá. Jehová dio y Jehová quitó:¡Bendito sea el nombre de Jehová!. En todo esto
no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”(Job 1:20-22).
A Job pudo
dominarlo el resentimiento o quizá culpar a Dios. Sin embargo, en medio de la
crisis, reconoció la grandeza del Creador, y con humildad fue a Su presencia
como la única salida a la situación que enfrentaba.
Todo depende de nuestra actitud frente a la adversidad.
Si Cristo Jesús domina nuestro ser, sin duda podremos salir airosos de las
condiciones contrarias que con frecuencia llegan a nuestra existencia. En Dios
encontramos la paz necesaria para no permitir que la desesperanza nos gobierne.
Él es nuestra fortaleza en los momentos de tribulación...
¿Ya
recibió a Cristo en su vida? Hoy es el día, el mejor, el más oportuno, para que
tome esa decisión… ¡No se arrepentirá! Si tiene alguna inquietud, por favor no dude en
escribirnos a pastorfernandoalexis@gmail.com o llamarnos al (0057)317-4913705.
3. Oración familiar:
0 comentarios:
Publicar un comentario