|
Dios nos ofrece una salida cuando nada parece ir bien |
1. Lectura Bíblica: Salmo 62:5-7: Deuteronomio 31:18; Hebreos
11:7
2. Meditación familiar:
Por Angie
Garcia
Un hombre tenía a
su esposa enferma de gravedad, el día que iban a operarla, le avisaron de la
escuela, que su hijo más pequeño
se había caído y se había roto un brazo. Cuando llegó a su casa, se
encontró con una notificación, que decía que tenía una semana para desocuparla
pues ya debía varios meses de renta y
para colmo, le habían cortado la luz, también por falta de pago…
¿Te has enfrentado a algo parecido?
La mayoría de nosotros, cual más,
cual menos, hemos pasado por circunstancias donde parece que se nos junta todo
y se nos viene el mundo encima. ¿Cómo reaccionas cuando parece que tienes todo
en contra… Cuando a pesar de que oras y pides la ayuda divina, todo sigue igual
y no hallas la salida?
En esta vida, tanto creyentes como
incrédulos, pasamos por situaciones donde nos toca sufrir, donde nos tenemos
que enfrentar a circunstancias difíciles, que parecen llevarnos a un callejón
sin salida. Pero existe una diferencia, entre el sufrimiento de un cristiano y
el de un incrédulo. El sufrimiento del cristiano tiene un propósito muy grande,
espiritualmente, para su crecimiento interior y tiene en Quién apoyarse. El
incrédulo, está solo.