Perseverar aunque los demás se opongan
Puede que, quienes nos rodean, no tengan fe... Nosotros debemos perseverar hasta que las cosas ocurran... |
1. Lectura Bíblica: Marcos
10:48-52
2. Meditación familiar:
Cuando usted está
clamando por un milagro, invariablemente siempre encontrará personas alrededor
que desean desanimarlo o los que se especializan en apagar el mover divino en
nuestra existencia. Son los hombres y mujeres que le dirán: “Ese milagro es imposible”. Y cabe
preguntarse: ¿Está bien dejarse arrastrar por ese escepticismo?
Al respecto el autor y
conferencista, Wesley L. Duewel escribió: “La
oración que prevalece es aquella que obtiene la respuesta que buscaba. Se
sobrepone a la demora, a la oposición y a las circunstancias desfavorables. Con
frecuencia incluye la dirección del Espíritu en la forma en que se debe orar y
la profundización que Él obra en el deseo que usted tiene de recibir respuesta
a la oración. Incluye la acción del Espíritu de otorgarle poder a su oración y
de fortalecer su fe hasta que usted reciba la respuesta de Dios”( Weslet L.
Duewel. “La oración poderosa que prevalece”. Editorial Unilit. EE.UU. 1995. Pg.
9)
Perseverar fue lo que
identificó al ciego Bartimeo, el hombre que menospreciaban por que estaba
siempre junto al camino, viviendo de la caridad de los demás. Lo único que
poseía era una capa para cobijarse. Era su bien más preciado. Y anhelaba un
milagro. Por ese motivo cuando se enteró que Jesús el Señor pasaba por el
lugar, pidió que le sanara.
Las personas cercanas le
instaban para que callara “…pero él gritó
aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Cuando Jesús lo oyó, se
detuvo y dijo: «Díganle
que se acerque». Así que llamaron al ciego. «Anímate —le dijeron—.
¡Vamos, él te llama!». Bartimeo
echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús. —¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús. —Mi Rabí —dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver! Y Jesús
le dijo: —Puedes irte, pues tu fe te ha sanado. Al
instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino. “(Marcos 10:48-52.
Nueva Traducción Viviente)
¿Imagina usted qué había
ocurrido si él desiste?¿ Si tan solo se deja arrastrar por los que pretendían
callarle o minar su fe? Sin duda, nada habría ocurrido. El milagro no se
hubiese producido. Pero Él fue persistente, como debemos serlo usted y yo. No
dejar de perseverar ante Dios hasta que el milagro se produzca.
Dios honra nuestra fe y
hace milagros de manera sorprendente. Ése es el Dios en el que hemos creído: un
Dios de milagros y de poder sin límites, que valora la perseverancia en la
oración.
3. Oración familiar:
“Señor
Jesús, amado Hijo de Dios: sabemos que sólo alcanzan milagros quienes tienen
fe, piden Tú obrar y perseveran en la oración. Sometemos hoy delante de Tú
Presencia las peticiones que tenemos en nuestro corazón. Sabemos que vas a
hacer algo especial en nosotros. Gracias de antemano por esos milagros, Amén”
© Fernando Alexis
Jiménez
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