¿Desea ser un fracasado siempre?

¿Desea ser un fracasado siempre?

Dios desea que seamos exitosos, como familia.
en todo cuanto nos fijemos como meta...

1. Texto Bíblico: Salmo 1:4-6

2. Meditación familiar:

Una atribulada mujer me preguntaba, “¿Por qué a los demás las va bien y a mí, que soy cristiana, me va tan mal?”. Su interrogante no me mortificó, por el contrario, lo recibí con aprecio porque nace del corazón de una persona que no entiende por qué a muchos parece que todo les marcha a pedir de boca. “Mi apreciada señora, le invito para que evalúe cuál es el final de aquellos que hoy viven sin Dios ni ley”.

Ella me miró y sonrió, porque reconoció que aquellos que no saben adónde van, sin duda nunca llegan a ninguna parte. Igual, quien no tiene a Cristo en su corazón, jamás prosperará.

El libro de los ganadores que es la Biblia, nos enseña que aquellos que no viven con propósito, sin Dios en sus vidas, experimentan una vida vacía; nada significativo, que marque su existencia para bien, jamás toca a sus puertas. Su destino final será una vida desesperanzada (v. 4). Y en la eternidad, como las Escrituras son claras, tienen aseguradas la condenación (v. 5)

¿Y qué decir de aquellos que aman a Dios? Dios los cuida. Eso es maravilloso. No ocurrirá nada sin que Dios tome el control y nos lleve a puerto seguro.

Hay una vida mejor, y no cuesta más. Quizá piense que se trata de marketing, pero no le estoy vendiendo nada. Simplemente le ofrezco una posibilidad, que es la misma que nos ofrece ese Dios amoroso que nos creó para llevarnos a una vida plena, de realización.

No tiene sentido seguir como hasta ahora, gobernados por la desesperanza, cuando hay una vida mejor para vivirla. La decisión está en sus manos. Rinda su existencia al Señor, reciba a Jesucristo en su corazón y puedo asegurarle que, si Él ocupa el primer lugar en su existencia, irá siempre en camino al éxito.

4. Oración familiar:

“Te damos gracias, Señor Jesús, porque comprendemos hoy que tú nos llama siempre a grandes cosas. Los planes que tienes para cada uno de nosotros como familia, son de bendición y prosperidad. Nos llamaste a ser vencedores y no fracasados. Como padres de familia, ayúdanos a desarrollar las enormes potencialidades que tenemos para ser prósperos en todo, y permítenos sembrar esos principios de victoria en nuestros hijos. Amén”

© Fernando Alexis Jiménez

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