No renuncie hasta que no alcance su objetivo
La oración de una familia que persevera es clave porque lleva a que lo imposible se haga posible... |
1. Lectura Bíblica: Marcos 7:26-30
2. Meditación familiar:
Nadie podía imaginar la
terrible situación de aquella mujer con su hijita. La joven llevaba varios años
poseída por un demonio. No permitía siquiera que conciliaran el sueño porque
sus gritos, que podían escucharse a varias casas de distancia y que provocaban
angustia por lo desgarradores. ¡Deseaba tanto ser libre!
Jesús iba de camino, por
la región de Tiro. Y como es natural, cuando la madre oyó que pasaba por el
lugar, hizo lo que cualquier madre por un hijo: se esforzó hasta el final, sin
importarle las consecuencias. Incluso, se arrojó a los pies del Maestro.
Las Escrituras relatan
que “… ella le suplicó que
expulsara al demonio de su hija. Como la mujer era una gentil, nacida en
la región de Fenicia que está en Siria, Jesús
le dijo: —Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia
familia, los judíos. No está bien tomar la comida de los hijos y
arrojársela a los perros. —Es verdad, Señor —respondió ella—, pero hasta
a los perros que están debajo de la mesa se les permite comer las sobras del plato
de los hijos. —¡Buena respuesta! —le dijo Jesús. Ahora vete a tu casa,
porque el demonio ha salido de tu hija. Cuando ella llegó a su casa,
encontró a su hijita tranquila recostada en la cama, y el demonio se había ido.”(Marcos
7:26-30. Nueva Traducción Viviente)
Permítame aquí hacer un
énfasis: No importan las circunstancias
y que todo parezca estar en contra. Es necesario perseverar hasta que el
milagro ocurra. Dios no se molesta porque usted y yo somos perseverantes en lo
mismo. Tenga claro que, si es la voluntad del Señor, ese milagro ocurrirá. Nada
impedirá que vea la respuesta poderosa del amado Señor.
El autor y
conferencista, Wesley L. Duewel enseñó: “La
oración que prevaece es tan sencilla, que hasta un niño puede obtener poderosas
respuestas –con frecuencia en un sorprendente corto tiempo--. Aún los nuevos
cvreyentes oran a veces con tanta fe y con tal ayuda del Espíritu, que los
maduros santos de Dios se maravillan y no pueden menos que alabar a Dios por
las respuestas obtenidas”( Weslet L. Duewel. “La oración poderosa que
prevalece”. Editorial Unilit. EE.UU. 1995. Pg. 10)
No podemos dejar de
orar. Perseverar, esa es la clave. Si estamos firmes, siempre en clamor por el
milagro, sin duda se producirá. Dios responde con poder a nuestras oraciones,
pero en ese proceso, Él valora que no nos demos por vencidos sino que
perseveremos. Ese tipo de oraciones tienen eco en el corazón de Dios.
Sin duda usted está
necesitando un milagro y hoy es el día para que comience a pedirlo delante de
Dios.
Y a propósito de Dios,
¿Ya le abrió las puertas de su corazón al Señor Jesús? Hoy es el día para que
lo haga. Él desea entrar en su vida y obrar de manera especial. Basta que usted
se rinda en Su Presencia y le permita que haga de usted una persona nueva.
Decídase hoy por Cristo. Ábrale las puertas de su corazón.
3. Oración familiar:
“Gracias
amado Señor Jesùs porque nos permites ser una familia unida, donde hay una fe
poderosa de que tú eres un Dios de milagros. Te pedimos que nos ayudes a
comprender el valor de la perseverancia, en nuestras vidas pero también cuando
oramos delante de ti por un milagro. Entregamos hoy nuestras vidas y lo que
vamos a hacer este día, en tus manos. Amén”
©
Fernando Alexis Jiménez
0 comentarios:
Publicar un comentario