Dios desea que nuestra vida y familia sean prosperados |
1.
Lectura Bíblica: Malaquías
3:10-12
2.
Meditación familiar:
En Malaquías 3:10-12 leemos:
“Traed todos los diezmos
al alfolí y haya alimento en mi casa: Probadme ahora en esto, dice Jehová de
los ejércitos, si no abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos. Todas las naciones os dirán
bienaventurados, porque seréis tierra deseable, dice Jehová
de los ejércitos.”
Cada vez que vemos una
promesa de Dios en la biblia, debemos prestar especial atención a qué nombre de
Dios está conectado con esa promesa. En esta ocasión, cuando Dios dice “seréis tierra deseable”, dice la palabra
que esto lo dijo Jehová de los ejércitos.
En nuestra mente, los
nombres que más relacionamos con el aspecto financiero son: Jehová Yireh, que
significa “quien suple mis necesidades”;
y Jehová Shaddai, que significa “el Dios
más que suficiente”. Lo curioso es que, cuando Dios habla de los
diezmos, ofrendas y la recompensa para nuestras vidas, lo liga con el nombre Jehová
de los ejércitos, que en inglés es la expresión “God, Lord of the Hosts“,
específicamente hablando de las huestes angelicales.
Cuando diezmamos y
ofrendamos, el que aparece es Jehová de los ejércitos, que es Dios, con todas
las huestes celestiales. Esto fue lo que vio Jacob el día que tuvo la
visión de la escalera con ángeles que subían con las peticiones y bajaban con
la contestación a la petición. En otras palabras, cuando entramos a este
nivel de vida, podemos esperar que Dios envíe a sus ángeles ministradores que
vienen a favor de cada uno de nosotros, que la biblia los llama recogedores de
cosechas. Son ángeles que, cuando traemos nuestros diezmos y ofrendas,
son activados para buscar la cosecha que está a favor de nuestras vidas.
Dios aparece con
manifestaciones angelicales a favor de nosotros para traer lo que él ha
prometido. Cuando diezmas y ofrendas, los cielos se abren y vienen
ángeles a favor tuyo con la asignación divina de reprender al devorador, de
abrir camino, de hacer frente a tus enemigos, de traer la cosecha que está
siendo provocada en ti.
Dios dijo: Serás tierra
deseable. Es imposible desatar tu potencial financiero en tu vida, si no
aprendes a creer en el favor de Dios que hará que personas actúen en beneficio
tuyo. Uno de los problemas que tiene la gente es que cada vez que alguien
hace algo a favor de ellos, se sienten culpables y crean una deuda en su mente
para con esa persona. Si alguien te regala algo, piensas, debo hacer algo
por esa persona. No lo aceptas como favor, sino como deuda. Debemos
ser agradecidos, pero hay que aprender a recibir de parte de Dios los
resultados que deben llegar a tu vida, porque hay gente que Dios va a asignar
para bendecirte, y lo harán sin esperar nada a cambio tuyo.
Si tu potencial financiero
dependiera únicamente de lo que Dios puede hacer a través de ti, estarías
limitado. Si Dios tiene que usar solamente tu conocimiento o tus ocho
horas de trabajo, sería muy limitado lo que él podría hacer.
Querámoslo o no, el
potencial de nuestra vida natural está limitado, pero el potencial se
multiplica cuando Dios activa su favor y su gracia en nosotros. Es
entonces que viene gente por nosotros y para nosotros a hacer lo que nosotros
no podemos hacer por nosotros mismos.
El favor y la gracia de
Dios se manifestarán sobre tu vida, de tal manera, que gente querrá hacer
negocios contigo, vendrán a contratarte, a ofrecerte empleo. No se
trata de lo que puedas hacer naturalmente, sino de posicionarte en el lugar y
en la hora correcta para que el favor y la gracia de Dios se
manifiesten. La gente te va a mirar y te dirán bienaventurado, esto
es tierra deseable porque Jehová de los ejércitos estará contigo.
© Otoniel Font
3. Oración familiar:
“Amado Dios, gracias porque eres el Dios que me bendice y prospera. Te
doy gracias porque a través del diezmo y mis ofrendas, multiplicas mis
finanzas. Es una promesa de la que me prendo, aun cuando quizá a veces no la
entienda. Estoy convencido que harás algo bueno, perfecto y agradable con la
economía de mi familia. Amén”
0 comentarios:
Publicar un comentario