Como familia no podemos dejar de perseverar en oración |
1. Lectura Bíblica: Romanos 8:26-27; 1 Juan 5:14,15
2. Meditación familiar:
¿Alguna vez ha estado en oración y de repente le ha
perturbado la idea de que Dios no está escuchándolo?
Esto nos sucede a todos. Pero poco sabemos realmente qué hacer. Oramos de manera inconstante, diciendo las mismas oraciones de siempre, y esperamos con cierta incertidumbre que sean contestadas y sospechamos con cierta certeza que no lo serán.
Esto nos sucede a todos. Pero poco sabemos realmente qué hacer. Oramos de manera inconstante, diciendo las mismas oraciones de siempre, y esperamos con cierta incertidumbre que sean contestadas y sospechamos con cierta certeza que no lo serán.
Hoy
quiero mostrarle cómo resolver ese dilema de una vez por todas. Pero déjeme
advertirle, no voy a darle una palmadita en la espalda y asegurarle que Dios
escuchará cualquier cosa dudosa o egoísta que usted le diga. No lo hará. El
sólo ha prometido escuchar las oraciones que se hacen conforme a su voluntad.
El apóstol Juan dice que si usted ora así, puede estar seguro de que recibirá
las peticiones que le haya hecho a Dios.
L a
palabra petición se define como "una
solicitud formal escrita y dirigida a un superior soberano sobre una gracia o
derecho en particular", y eso es exactamente lo que usted necesita
cuando ora por algo serio.
¿Cómo
se prepara una petición sólida que esté de acuerdo con la voluntad de Dios?
En
primer lugar, tiene que escudriñar la Palabra de Dios. Encuentre pasajes
bíblicos que se aplican a su situación y úselos como la base de su petición.
Luego
arrodíllese y pregunte al Espíritu Santo. Deje que le ayude a desarrollar su
petición en forma detallada. La mejor manera de hacer eso es pasar tiempo
orando en otras lenguas. (Véase Romanos 8:26-27).
Espere
que Dios le muestre cosas "de
corazón a corazón". El quiere que usted conozca su voluntad. Por lo
tanto, ponga atención cuando esté orando.
Por
último, escríbalo. Haga una petición formal escrita, anotando cada pasaje que
encuentre. Además, al esperar que el Espíritu Santo le dé detalles, anote las
ideas y pensamientos que Él le dé.
Tómese
el tiempo necesario. Deje que el Espíritu desarrolle su oración. Trate de
asimilar la verdad que le está mostrando y espere a que actúe en usted. Afirme
la petición en su mente y cuando esté preparado, preséntesela a Dios.
Créame, El estará escuchando. 1 Juan 5:14,15 "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si
pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye, y si sabemos que él nos
oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos la peticiones que le
hayamos hecho".
De
acuerdo a Romanos, la esperanza es ver algo que no se puede ver. ¿Cómo se hace
eso? Se hace mirando con los ojos espirituales las promesas de Dios contenidas
en su Palabra hasta formar la imagen que queremos.
Por
ejemplo, una de las cosas más difíciles que tuve que hacer fue encarar el hecho
de que la imagen que tenía de mí mismo era la de una persona gorda. No
importaba cuánto yo trataba de cambiar, la imagen seguía en mi mente. Siempre
estaba siguiendo dietas especiales. Debí de haber perdido (y recobrado) cientos
de libras a través de los años.
Por
último, tuve que admitir que mientras siguiera viéndome a mí mismo como alguien
gordo, mi figura externa seguiría siendo igual a mi imagen interna. Recuerde
que la fe es la que cambia las cosas, pero si no hay una imagen interna de
esperanza, la fe no puede hacer nada. Entonces decidí ayunar por siete días.
Busqué en mi Biblia todos los pasajes que hablaran acerca de la alimentación, y
encontré muchos. Medité en cada uno de esos pasajes y oré en el Espíritu por
siete días. ¿Qué estaba tratando de lograr con ello? Estaba formándome una
imagen interior diferente.
Esto
no es algo que usted podrá hacer de la noche a la mañana, sino que lleva
tiempo, especialmente si ha tenido por muchos años la imagen interna que está
tratando de cambiar. Pero usted podrá hacerlo. Vaya a la Palabra de Dios y
empiece hoy mismo a cambiar la imagen que tiene de sí mismo, transformándola en
una imagen de esperanza. Dibuje el plano en su corazón para que su fe se
edifique sobre ese plano.
Referencia
Escritural: Romanos 8:24,25 "Porque en
esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque
lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?”
© Kennet
Coppeland
3. Oración familiar:
“Amado Dios y Padre
celestial, reconocemos hoy que muchas veces somos inconstantes en las
oraciones. Ràpidamente y si no vemos respuestas inmediatas, nos damos por
vencidos. Oramos delante de tu Presencia que nos enseñes a orar, a ser
constantes en la oración y entender en nuestros corazones—como familia—que tú
escuchas nuestro clamor. Quédate con nosotros hoy. Guarda nuestra entrada y
nuestra salida, y acompaña todo lo que emprendamos. Amén”
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