Dios escucha nuestras oraciones |
1. Lectura Bíblica: Salmo 102
2. Meditación familiar:
En el templo dos
personas. Una, postrada en clamor. Después de algunos minutos, se incorporó.
Limpió las lágrimas que surcaban su rostro y salió. Iba con el mismo peso en el
corazón, que cuando entró. Deseaba un milagro y se fijó la meta de que
regresaría al día siguiente, hasta que Dios le escuchara.
Otro de los
visitantes al lugar, oró, lloró y se levantó con el firme convencimiento de que
Dios pronto traería respuesta a su clamor. No salió de la iglesia llorando sino
con una leve sonrisa que iluminaba su rostro…
Dos situaciones, dos perspectivas,
dos sensaciones al término de un período de oración. Lo esencial y que debe
acompañar la fe, es el convencimiento que debe gobernarnos cuando elevamos
oraciones al Señor: la certeza que Él ya nos respondió.
El
rey salomón nos enseñó a ir al Padre celestial cuando hay situaciones que
golpean nuestra vida, y que amenazan con robarnos la paz: “Señor, ¡oye mi oración! ¡Escucha mi ruego! No te alejes de mí en
el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme
cuando te llamo. Pues mis días desaparecen como el humo, y los huesos me arden
como carbones al rojo vivo. Tengo el corazón angustiado, marchito como la
hierba, y perdí el apetito. Por mi gemir, quedé reducido a piel y huesos.”(Salmo
102:1-5. NTV)
¿Está
en dificultades? Acérquese a Dios. Vuelva la mirada a Él. Nuestro amado Señor
sabe hacer todo de manera perfecta. Se manifiesta con poder. Responde a
nuestras oraciones. Permítame detenerme ahí: Si usted es consciente que es hijo
de Dios, Él hará lo que un Padre con sus hijos cuando le piden algo. Evalúa la
petición, y si está en sus manos, se la concede.
¿Qué
seguridad tenemos de esto? Lo que nos dice la propia Escritura: “Escuchará
las oraciones de los desposeídos; no rechazará sus ruegos.”(Salmo 102:17. NTV)
Si no recibimos más de Dios es
porque, sencillamente, no le pedimos. Si nos atrevemos a pedir por algo, Él lo
hará, porque la especialidad de nuestro amado Dios es hacer posible lo
imposible.
Viene a mi memoria lo que decía uno
de los más célebres hombres de oración de los últimos tiempos, Frank Bartleman: “La vida de oración es mucho más necesaria aún que
edificios y organizaciones. Muchas veces se utilizan las organizaciones para
reemplazarla oración. Las almas nacen al reino solo por medio de la
oración”(Frank Bartleman. “Azusa Street, el avivamiento que cambió el mundo”.
2006. Editorial Peniel. EE.UU Pg 69)
Es necesario orar. Si lo hacemos
comenzamos a movernos en la dimensión sobrenatural del poder divino. Dios lo
hará. Basta que clame. Hoy es el día.
Su vida física y espiritual puede
cambiar. Si se acerca a Dios, Él le responderá. Lo hemos visto hoy en la
Biblia. Es tiempo de volvernos a nuestro Supremo Hacedor.
Si
tiene alguna inquietud, escríbanos a webestudiosbiblicos@gmail.com o
llámenos al (0057)317-4913705
© Fernando Alexis
Jiménez
3. Oración familiar:
“Amado
Padre celestial, al comenzar la jornada
de hoy queremos agradecerte porque siempre estás a nuestro lado. Nunca nos has
dejado solos. Enséñanos como ser perseverantes en oración. Ayúdanos a entender
tus tiempos, que tú respondes en Tu voluntad y en el momento apropiado.
Entregamos entus manos la jornada de hoy. Amén”
¿Está dispuesto a que su familia siga así,
estancada, sin cambiar? http://altarfamiliar.wordpress.com/2013/08/13/piensa-su-familia-seguir-en-el-mismo-letargo-de-siempre/
¿Desea cambiar? Haga un alto en el camino y examine su
vida http://devocionalesdiarios.wordpress.com/2013/08/13/es-necesario-hacer-un-alto-en-el-camino/
¿En qué se parecen los valientes del rey David y
quienes sirven a Dios hoy? http://www.bosquejosparasermones.com/2013/02/los-valientes-de-david-y-quienes-sirven.html
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