¿Estamod dando buen ejemplo a nuestros hijos? |
1.
Lectura Bíblica: Deuteronomio
6:6, 7
2.
Meditación familiar:
Recuerdo el cas de un joven a quien le agredió
un compañero en la universidad. Realmente una situación complicada, porque
quien recibió la agresión era fornido. El agresor, en cambio, bastante débil.
No obstante, el ofendido no reaccionó a pesar de la gravedad de los golpes.
“¿Qué te
llevo a guardar la calma?”, le pregunté admirado. “El ejemplo que recibí de mis padres”, me respondió. Una tremenda
enseñanza.
¿Qué ejemplo damos a nuestros hijos diariamente?
Es una pregunta que al terminar cada jornada deberíamos formularnos. Y lo digo
porque con frecuencia, lo que transmitimos no es la mejor enseñanza. Recuerde
que impartimos principios y valores a partir de nuestras reacciones. Y como
padres tenemos una enorme responsabilidad en esa área.
Los fundamentos que hoy damos a nuestros hijos,
si van asociados con nuestro ejemplo, perdurarán en su memoria sin que el paso
de los años los desdibuje. Pero insisto en lo esencial de brindar a nuestros
hijos ejemplo, en consonancia con lo que instruye la Biblia: ‘‘Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus
hijos…’’ (Deuteronomio 6:6, 7)
Si asumimos el compromiso de formar hijos con sólidos
principios y valores, no solamente les estaremos asegurando un mañana de
victoria junto con sus familias, sino también, hombres y mujeres que
contribuyan a la transformación de la sociedad en la que se desenvuelven. Esa
es la esencia del cristianismo: generar cambio.
No deje pasar esta oportunidad sin tomar la
mejor decisión de su existencia Recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. Si
Él mora en su corazón, imprimirá una nueva dinámica en su existencia y le
ayudará en el proceso de crecimiento personal y espiritual.
3.
Oración familiar:
“Padre
amado, Dios, gracias por este nuevo día que nos regalas. Hoy comprendemos la
enorme responsabilidad que nos asiste como padres, en lo referente a brindar
ejemplo a nuestros hijos. Perdónanos la negligencia cuando no hemos tomado
conciencia que fallamos, y permítenos aplicar correctivos. Sabemos que con tu
ayuda podemos experimentar cambio y crecer hacia ese nivel en el que seamos
padres ejemplares. En tus manos quedamos, Amén”
© Fernando
Alexis Jiménez
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