¡Dios quiere liberar a los
cautivos!
Fernando
Alexis Jiménez
L
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os problemas desatados
por la depresión, asaltaron la vida de Helena por más de doce años. Era una
sucesión de crisis que la llevaron, en más de una ocasión, a pensar en el
suicidio. “La vida no tiene sentido”,
solía repetir, presa de la desesperanza.
Dios desea nuestra libertad. Quien pretende que estemos atados es Satanás... |
Acudió primero a la
sicología y, después, a siquiatras. No encontraba sosiego. Por último una amiga
de la familia le recomendó ir donde un chamán, que vivía en la Calle Quintales,
muy cerca del centro de la ciudad. “Tiene
muchos aciertos”, le dijo.
Las aguas de colores que
le prescribió el brujo, parecieron traerle tranquilidad en los primeros días
del tratamiento, pero después la situación se tornó insostenible ya que no
podía dormir en paz. Las pesadillas la despertaban, en la mitad de la noche.
Helena creía que iba a
enloquecer. En las noches no conciliaba un sueño reparador por miedo a las
imágenes terroríficas que aparecían en los sueños, y de día –con infinidad de
personas que la rodeaban—se sentía asaltada por la soledad. La depresión
siempre tocaba a su puerta.
--¿Qué me sacó de esta situación?—pregunta, y a renglón seguido da la
respuesta--: El Señor Jesucristo.
Desesperada, me volví a Él. Oraba y esa paz que viene de Sus manos poderosas,
me invadía. Las depresiones son cosa del pasado, y si quieren aparecer de
nuevo, busco a Dios en oración. Ese es el remedio, eficaz y muy económico--.
Helena pudo regresar a su
trabajo como profesionista. Su esposo y los dos hijos, hoy adolescentes, han
vuelto a experimentar paz en el hogar. ¡Dios lo hizo posible!
Una lucha permanente
Quien creyó que ser
cristiano lo eximía de todo problema, está equivocado. Nuestro adversario,
Satanás, quiere poner tropiezo a nuestra vida para desencadenar destrucción
física y emocional (Cf. 1 Pedro 5:8; Juan 10:10 a.)
Es una pelea constante
la que libramos contra el mundo de las tinieblas, y de la cual nos advirtió el
Señor Jesús: “Ahora vayan, y recuerden
que los envío como ovejas en medio de lobos.”(Lucas 10:3. Nueva
Traducción Viviente) Es evidente que, como ovejas, en ocasiones
nos asiste el andar demasiado confiados, pero nuestro amado Salvador nos
advierte: ¡Cuidado!
Cristo Jesús hizo la obra en la cruz y es quien trae libertad a nuestras vidas... |
El autor cristiano, Chuck D. Pierce, nos recuerda
que:
“El propósito de Satanás es interrumpir el plan de Dios,
para que no tengamos vidas exitosas. El cualquiera de las etapa de nuestras
vidas el enemigo desearía bloquearnos para llevarnos lo más lejos posible de
Dios y sus propósitos. Si nos movelos lejos, el destino que Dios tiene para
nosotros no puede ser completado.”(Libro: “Cómo ministrar liberación” - Chuck
D. Pierce. “¿Cómo Satanás nos aparta del camino de Dios?”. Editorial Peniel.
Argentina. 2006. Pg. 43)
Las huestes de maldad no
descansan en su propósito de traernos problemas, de ahí que es esencial que nos
mantengamos alerta, prendidos siempre de la mano del Señor Jesucristo. No
podemos dejar que el enemigo tome ventaja.
Preparados siempre para la batalla
Nuestro amado Dios está
siempre a nuestro lado. Nos acompaña en todo momento, como escribe el salmista:
“Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a
todos los que le temen.”(Salmo 34:7. Nueva Traducción Viviente)
Sin embargo, Dios mismo
a través del apóstol Pablo, nos llamó a mantenernos alerta para la batalla: “Pelea la buena batalla por la fe verdadera. Aférrate a
la vida eterna a la que Dios te llamó y que confesaste tan bien delante de
muchos testigos. ”(1 Timoteo 6:12. Nueva Traducción Viviente)
Es cierto, los problemas
vendrán, pero si estamos asidos de la mano de Jesucristo, prestos a enfrentar a
nuestro adversario espiritual, vamos a vencer (Cf. Santiago 4:7)
No podemos confiarnos
bajo ninguna circunstancia. Esa es la razón por la que el cristiano no se puede
desprender de la mano de Su Salvador, Jesucristo, y ni tampoco dejar de pasar
tiempo en Su Presencia en oración.
¡Dios viene en rescate de los cautivos!
Nuestro amado y poderoso
Dios viene en rescate de los cautivos. No hay enfermedad, problema económico,
herida emocional o problema afectivo, que el Señor no pueda resolver. Es
cierto, Satanás desencadena enormes dificultades alrededor nuestro, pero
nuestro Poderoso Capitán, está presto a liberarnos si se lo pedimos.
El profeta Isaías
escribió un pasado revelador que comparto con usted: “¿Quién
puede arrebatar el botín de las manos de un guerrero? ¿Quién puede exigirle a
un tirano que deje en libertad a sus cautivos? Pero el Señor dice: «Los cautivos de los guerreros
serán puestos en libertad, y se recuperará el botín de los tiranos. Pues yo
pelearé contra quienes peleen contigo, y salvaré a tus hijos. Alimentaré a tus
enemigos con su propia carne y se embriagarán con ríos de su propia sangre.
Todo el mundo sabrá que yo, el Señor, soy tu Salvador y
tu Redentor; el Poderoso de Israel».”(Isaías 49:24-26. Nueva Traducción
Viviente)
Satanás tiene a millares
de personas cautivas en todo el mundo. Unos están en prisiones de ruina, otros
atrapados por la enfermedad, sinnúmero golpeados por dificultades matrimoniales
y otros más por depresión. La lista de ataques de nuestro adversario espiritual
es muy larga.
¡Quien nos saca de la
cautividad es Dios mismo! Recuerde lo que dice el texto: “Los
cautivos de los guerreros serán puestos en libertad, y se recuperará el botín
de los tiranos...”.
Si usted está en Cristo,
la Redención y Salvación de Él sobre su vida, rompe las cadenas en las que ha
querido mantenerle Satanás. Recuerde que estamos batallando contra un enemigo
que está vencido pero que se resiste a
esa realidad.
Sométase a Dios y sea libre
El mayor problema es que
libraos las batallas en nuestras fuerzas y no le damos lugar a Dios. Es lo que
ocurría con Helena. Estaba acudiendo a todos los métodos menos a Aquél que
tiene la solución: nuestro amado Señor.
Las Escrituras son
claras cuando nos enseñan que Dios “Rescata a los
que están injustamente condenados a morir, sálvalos mientras van tambaleando
hacia su muerte.”(Proverbios 24:11. Nueva Traducción Viviente)
Sólo nuestro amado Señor
rompe las cadenas en las que quizá se encuentra atado. Dios trae libertad y
sanidad, tanto física como emocional. Vuélvase a Él, ejerza su autoridad
espiritual sobre el mundo de las tinieblas, y sea libre de toda atadura.
¡Jesucristo nos hace libres!
Cuando Cristo Jesús
gobierna nuestra vida, todo cambia alrededor. Vuelven las bendiciones. Y usted,
¿Ya recibió a Jesucristo como Señor y Salvador? Hoy es el día para que tome esa
decisión. Puedo asegurarle que nuestro amado Maestro traerá cambio en su forma
de pensar y actuar. Él marcará la diferencia en su existencia.
Si tiene alguna
inquietud, por favor, no dude en escribirme a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamarnos al (0057)317-4913705
©
Fernando Alexis Jiménez
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