Volvió
a la vida cuando lo creían muerto
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Si creyó que no hay salida al laberinto
se equivoca, porque Dios nos espera c
con los brazos abiertos para darnos una
nueva oportunidad...
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Fernando Alexis Jiménez
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I
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ba de Camino a Aleppo,
en Siria, buscando provisiones para comer y una tarjeta para su teléfono celular.
Caía la tarde y reinaba un calor insoportable en aquél agosto de 2012. Había
regresado a su tierra para celebrar la fiesta sagrada del Ramadán, obligatorio
para los devotos del Islam.
Su tranquilidad se esfumó en cuestión de segundos cuando lo detuvieron
en un retén. Eran simpatizantes del gobierno en un momento en el que Siria
estaba viviendo una conmoción interna sin precedentes. Le quitaron todas sus
pertenencias. “Me preguntaron de dónde
era; me pidieron mi pasaporte e identificación. Seguidamente me metieron en la
maleta de un auto, donde ya había otras cuatro personas. Nos llevaron a un
edificio de la inteligencia de la fuerza aérea", relató Mohamad Alí a
la BBC (10/01/2012).
Fue el comienzo de una verdadera odisea. Lo mantuvieron tres días sin
alimentos. Cuando las primeras sombras de la noche cayeron sobre el lugar de
cautiverio, lo llevaron junto con otras veintiuna personas a un lugar
desértico.
Mohamad pudo ver a través de la venda con la que le taparon los ojos.
"Nos arrodillaron. Comenzaron
a disparar. Me desmayé una vez abrieron fuego. Desperté unos 10 a 15 minutos
después y vi como los hombres armados se iban en el auto. Vi que todos a mi
alrededor estaban muertos", relata el hombre.
Mohamad recibió cinco disparos que hoy lleva en su cuerpo. Convencido
como todo islamista que nadie muerte antes de tiempo, sonríe al asegurar que “volvió a vivir después de estar muerto”.
"Me levanté y comencé a caminar, pero me caía cada diez minutos.
Toqué una puerta y una mujer respondió 'No hay nadie más aquí, trata en la otra
casa'. Por fin me abrieron. Dentro varios hombres me preguntaron: '¿A dónde
quieres que te llevemos?' Les dije: 'A donde sea, estoy sangrando desde hace
dos horas'".
Mohamad fue llevado a un hospital. Tras recuperarse, cruzó ilegalmente
la frontera entre Siria y Turquía donde ahora trata de ganarse la vida como
puede. Antes de la guerra tenía un trabajo bien remunerado como costurero.
Ahora duerme en un colchón en el piso en una habitación al lado de la caja
registradora de la estación de gasolina. La habitación no tiene ni una silla.
Vive de vender papas fritas en una estación de gasolina de Turquía.
Volver a la vida
Todos alguna vez hemos experimentado una condición de desesperanza. Es
la misma que vive la mujer a las puertas del divorcio y siente que nada bueno
puede ocurrirle; o el hombre que intentó una y otra vez dejar su adicción a las
drogas; o el chico que ya experimentado la promiscuidad sexual y se siente
vacío, cayendo en una espiral sin fondo. ¡Sin embargo hay una nueva
oportunidad!
La historia de este sirio que volvió a la vida, es la misma que se puede
repetir en cada uno de nosotros. ¡Dios nos ofrece una nueva oportunidad!
Usted puede traer cambios a su familia, a su relación de pareja, en el
trato con sus compañeros de trabajo. ¡Hay una oportunidad! Nos la ofrece Dios a
cada uno de nosotros. Hoy es el día, éste es el momento.
El Señor Jesús relató la historia de un muchacho alocado, como los de
hoy día; tal vez como usted o como yo, que en
algún momento de la vida cometimos locuras de las que nos arrepentimos
por mucho tiempo debido a las consecuencias que desencadenaron. Enseñó el Señor
Jesús que: “Pocos
días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra
distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. ”(Lucas 15:13. Nueva Traducción Viviente)
Cuando llegó una terrible hambruna y estaba sometido a una vida de
perros hasta el punto que anhelaba comer desperdicios para no perecer, decidió
volver a su padre: “Cuando finalmente entró en
razón, se dijo a sí mismo: “En casa,
hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de
hambre! Volveré
a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me
contrates como jornalero.”(Lucas 15:17-19. Nueva Traducción Viviente)
¿Está cansado de una vida sin propósito? Es el tiempo de volver su
mirada al Señor y emprender una nueva vida. No deje pasar esta oportunidad.
La historia concluye cuando el padre—como lo hace Dios con nosotros--,
recibe a sus hijos con los brazos abiertos y le ofrece una nueva oportunidad: “Entonces
regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio
llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo
besó. Su
hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno
de que me llamen tu hijo” Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido,
traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para
su dedo y sandalias para sus pies. Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con
un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida;
estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.”(Lucas 15:20-24. Nueva Traducción Viviente)
¡Estaba muerto y ha vuelto a la vida! Una frase contundente. Vida. Una
palabra corta que encierra un profundo significado porque eso es lo que Dios
quiere, que usted disfrute su existencia (Juan 10:10)
¿Desea emprender esa nueva vida? Hoy es el día para que tome la
decisión. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo. Con una sencilla oración puede hacerlo. Le
aseguro que no se arrepentirá. Usted se beneficiará, su familia y todos cuantos
le rodean porque verán los cambios que está experimentando en su forma de
pensar y de actuar. ¡Decídase hoy mismo!
Si tiene alguna inquietud, por favor, escríbanos a webestudiosbiblicos@gmai.com
© Fernando Alexis Jiménez
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