Viva
la experiencia de Estar en la Presencia de Dios
Fernando Alexis Jiménez
E
|
l día que Rodolfo decidió rendirse a Dios, cansado de una vida cristiana
sin mayores incentivos, comenzó a vivir una experiencia de intimidad con el Señor
que transformó su forma de pensar y de actuar. “Es algo que jamás imaginé posible”, me contó el día que nos
reunimos al término de una conferencia para líderes cristianos que dicté en la
ciudad de Palmira.
Si buscamos a Dios de corazón,
podemos decir que permaneceremos en Su
Presencia...
|
Distinto del creyente que meses antes confesaba su deseo de salir
corriendo de la iglesia, porque no le encontraba sentido a nada. En su
criterio, todo era igual. “No hay
diferencia entre mi vida pasada y la de ahora”, me dijo en aquella
oportunidad mientras las personas alrededor se acercaban a despedirse, con una
amplia sonrisa en sus rostros.
Ahora su mirada era apacible, sin desesperanza, alegre y reflejaba en sus
palabras, la alegría de haber tenido un encuentro personal con el Padre
celestial.
--Reconozco que hablar de Dios
puede ser letra muerta; que lo realmente importante, es tener un encuentro con
Él--, dijo sonriendo mientras me extendía la mano, gozoso del momento que
estaba viviendo como creyente.
Quizá en algún momento usted enfrentó el desaliento y la desazón,
consciente que su vida espiritual no avanzaba. ¿Cuál es el camino? Volver la
mirada a Dios y permanecer en Su presencia, en intimidad, en oración.
Cuando ese encuentro con el Señor ocurre, se producen al menos tres
aspectos fundamentales que comparto con usted:
1. Estar
en la Presencia de Dios es evidente
Cuando una persona pasa tiempo en la Presencia de Dios, no necesita
decirlo a nadie más. Esa condición de intimidad con el Señor salta a la vista.
Es una impronta. Algo que nos identifica.
Moisés tuvo un encuentro íntimo y personal con el Señor. Una experiencia
que rompió los esquemas. El Padre celestial se le reveló en Su plenitud. Una
experiencia que él jamás podría olvidar.
Las Escrituras relatan ese momento único e inigualable en la vida del
profeta: “Cuando
Moisés descendió del monte Sinaí, traía en sus manos las dos tablas de la ley.
Pero no sabía que, por haberle hablado el Señor,
de su rostro salía un haz de luz. Al ver Aarón y todos los israelitas el rostro
resplandeciente de Moisés, tuvieron miedo de acercársele…”(Éxodo 34:29, 30. Nueva Versión
Internacional)
Un encuentro con el Señor transforma, y esa transformación salta a la
vista. Si a pesar de los años que lleva en su vida cristiana, aún no ha sentido
ese cambio que se evidencia, ¡Es hora de vivir esa experiencia personal con
Dios! ¿De qué manera? En una búsqueda sincera que implica dos elementos: el
primero, disposición de corazón,
y el segundo, rendirnos a Él.
2. Estar
en la Presencia de Dios transforma
Descubra la maravillosa experiencia
de permanecer siempre en Presencia
del Señor...
|
¿Desea que su vida sea más plena, y que todo cuanto haga en el ministerio
sea eficaz en el propósito de extender el Reino de Dios? Si es así, hoy es el
momento de imprimirle un cambio a su vida espiritual. Buscar a Dios en oración,
encontrarle y dejar que guíe sus pasos, es la ruta que debe seguir.
Una vez regresó del Monte Sinaí, la presencia del Señor moraba en Moisés
y no necesita el mismo esfuerzo de antes para ejercer influencia en el pueblo de
Israel. ¡Dios estaba con Él!
El autor sagrado relata: “… pero Moisés llamó a
Aarón y a todos los jefes, y ellos regresaron para hablar con él. Luego se le
acercaron todos los israelitas, y Moisés les ordenó acatar todo lo que el Señor le había dicho en el monte Sinaí.
En cuanto Moisés terminó de hablar con ellos, se cubrió el rostro con un
velo. Siempre que entraba a
la presencia del Señor para hablar
con él, se quitaba el velo mientras no salía. Al salir, les comunicaba a los
israelitas lo que el Señor le había ordenado decir.”(Éxodo 34:31-34. Nueva
Versión Internacional)
Por favor, observe algo
más: Moisés “siempre estaba en la Presencia del Señor”. ¿Lo notó? No era
cuestión de un solo día, sino siempre, de forma permanente, perseverante.
No comprendo por qué
infinidad de personas viven de viejas glorias. Del ayer. De las fotos
desteñidas de sus álbumes, cuando eran tremendos instrumentos en manos del
Creador. Es necesario que diariamente vivan esa Presencia. Siempre. Y eso es
posible cuando desarrollamos intimidad con Dios en oración.
3. Estar en la Presencia de Dios impacta
Cuando Moisés llegó a
ese nuevo nivel de relación con Dios, no quería salir de Su presencia. Su vida
y ministerio impactaba a los israelitas. Era el mover del Señor a través de su
existencia. Lo mismo con nuestra existencia. Puede ser un instrumento valioso
en Su manos divinas, si nos disponemos para Él.
El autor sagrado relata “Y como los israelitas veían que su rostro resplandecía,
Moisés se cubría de nuevo el rostro, hasta que entraba a hablar otra vez con el
Señor.”(Éxodo 34:35. Nueva Versión
Internacional)
El profeta no estaba
interesado en mostrar a todos su súper-espiritualidad, sino en vivir ese
momento de gloria, único e irrepetible. Es lo mismo que debe motivarnos. Estar
en Su presencia. No es para unos cuantos sino para todos, para quienes le
buscan…
Una experiencia que debe vivir
Dios desea llevarle
siempre a nuevos niveles de crecimiento personal y espiritual. Sin embargo, es
necesario que le conozca. Ábrale las puertas de su corazón. Puedo asegurarle
que es una decisión de la que no se arrepentirá jamás. Hoy es el día para hacerlo.
Si tiene alguna
inquietud, por favor, escríbame a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llámenos al (0057)317-4913705
©
Fernando Alexis Jiménez
0 comentarios:
Publicar un comentario