Siete principios para permanecer
en la
Presencia de Dios
Fernando Alexis Jiménez
E
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ra un gobernante. Ocupado siempre. Unas veces atendiendo público, otras
en reuniones de junta y, otra parte de su tiempo, definiendo estrategias de
guerra. “Un ejecutivo moderno con una
agenda atiborrada de compromisos”, diría alguien. ¡Ese fue el rey David!
Con el poder de Jesucristo, tomados de Su
mano crecemos diariamente en las dimensiones
personal y espiritual
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Nadie puede negar que tuviera múltiples compromisos que debía atender
cada día del año; sin embargo, el Dios al que amaba y servía, ocupaba el primer
lugar en todo momento. Y aun cuando no le quedaban muchos espacios libres,
sacaba tiempo—siempre—para buscar Su rostro y mantenerse en Su presencia.
Desarrolló intimidad con el Padre celestial.
¿Cómo podía lograrlo? El rey David mediante siete principios, respondió a
estos interrogantes que quizá usted se formula y que él mismo tenía presentes: “Señor, ¿quién puede adorar en tu
santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo?”(Salmo 15:1. Nueva Traducción
Viviente)
Si alguien tan atareado pudo lograrlo, es decir, desarrollar intimidad
con el Señor, puedo asegurarle que usted y yo también si ponemos en práctica
estos sencillos fundamentos:
1. La rectitud
Un hombre que pasaba muchas horas tras el volante de un viejo taxi,
saltó a la fama en Colombia de la noche a la mañana y, sin ser artista de cine,
muchos noticiarios querían entrevistarlo.
¿La razón? Pocos minutos después que se bajara del auto un pasajero,
descubrió que había dejado una maleta. Dentro tenía más de 10 mil dólares. Se
devolvió rápidamente, entró al Centro Comercial donde había dejado a su cliente
¡Y le devolvió el dinero!
Personas así, con una rectitud a toda prueba, tienen entrada a esa
dimensión sobrenatural de Dios, como declara el rey David al responder a la
pregunta de ¿quiénes pueden adorar en el santuario del Señor? “Los que llevan una vida intachable…”(Salmo 15:2 a. Nueva
Traducción Viviente)
Es necesario renovar nuestros patrones de comportamiento. Asumir una
nueva actitud de vida. Apropiarnos de la rectitud, que aplicamos en todo cuanto
hacemos.
2. La justicia
¿Está bien pagar una mercadería y evadir el impuesto Estatal? Esta
pregunta se la formuló Ed Morales cuando el vendedor del almacén de cadena le
dijo que sin factura, el teléfono móvil costaría cincuenta dólares menos.
--No, prefiero hacerlo
correctamente. Deme la factura, por favor—respondió.
Personas justas, que hacen lo apropiado en el momento oportuno, son
aquellas que permanecen siempre en la presencia del Señor como enseña el
salmista: “…y hacen lo correcto “(Salmo 15: 2 b.
Nueva Traducción Viviente)
No se deje arrastrar por los antivalores de la sociedad que le rodea.
Usted está llamado a imprimir cambio, con un comportamiento distinto que habla
mucho mejor que las palabras.
3. La verdad
Un amigo regresaba a casa después de un largo viaje, pero cometió lo que
a la postre sería un error: transportó a una desconocida que encontró en una
vía de acceso a la ciudad y a la que se le había averiado el auto.
--Cuando estaba frente a un
semáforo, mi esposa que iba en otro auto me vio. Me acusó de infiel y se fue de
casa--, relató.
Aun cuando llevan seis meses separados y los intentos de regresar han
sido vanos, Juan Esteban me decía que le asiste una tranquilidad enorme porque
dijo la verdad. No mintió. Eso habría agravado el asunto. Vive en una pieza,
pero su conciencia está tranquila. Es
lo que se deriva de decir la verdad.
Dios ama a quienes obran y dicen la verdad, son éstas personas quienes
avanzan significativamente en el proceso de desarrollar intimidad en Su
presencia: “…los que dicen la verdad con corazón
sincero.”(Salmo 15:2 c. Nueva Traducción Viviente)
Pese a que alrededor nuestro prevalece la mentira, no podemos caer en la
misma dinámica. Es necesario ser transparentes en cuanto decimos.
4. No hablar mal de los demás
La comadre María se levantaba cada mañana para compartir las últimas
noticias sobre los vecinos. Otras mujeres iguales que ella, se despertaban muy
temprano para escucharla, con el pretexto de “arreglar el antejardín”.
Su audiencia crecía hasta que se metió en tremendo lío, y una de las
personas a las que perjudicó con sus habladurías, llegó a agredirla. Ese día se
dispersó el grupo de curiosas por conocer la vida de sus congéneres.
La Biblia enseña que están con Dios quienes “…no se
prestan al chisme ni le hacen daño a su vecino, ni hablan mal de sus
amigos.”(Salmo 15:3. Nueva Traducción Viviente)
Jamás hable mal de otras personas. No podemos pretender ir a la
presencia de un Dios santo, en intimidad y oración, mientras los labios con los
que elevamos clamor, están causando destrucción a quienes nos rodean.
5. Alejarnos de la maldad
La decisión de obrar maldad, es nada más que nuestra. Eso lo comprobó
Julián cuando, al término de la jornada, un viernes, se vio tentado por una
compañera de trabajo para ir a “otro lugar”. Es cierto, era atractiva,
agradable y muy lanzada. Pero una y otra vez el amor por su esposa, habló a su
corazón.
El Señor Jesucristo trae paz a su mundo
interior y le ayuda a crecer en todas las áreas de su
vida...
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--Lo siento, voy a casa. Amo a mi
esposa y a mis hijos y no sería justo que les engañara--, se dijo.
Sus compañeros de trabajo, que luego se enteraron del asunto, le
calificaron de tonto por “no aprovechar la oportunidad”. Él sigue felizmente
casado y convencido de que aquella, la decisión de no caer adulterio, fue su
mejor decisión.
La Biblia enseña que quienes se alejan de la maldad, permanecen en la
presencia del Señor: “Los que
desprecian a los pecadores descarados, y honran a quienes siguen fielmente al Señor y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados.”(Salmo
15:4. Nueva Traducción Viviente)
¿Está tentado de caer en pecado? Con ayuda del Señor Jesucristo puedo
asegurarle que podrá huir victorioso de toda ocasión de caer en la maldad.
6. No aprovecharse de los demás
Un joven estaba necesitado de dinero para pagar sus estudios, y estaba
vendiendo su teléfono móvil de alta gama por unos cuantos pesos para cubrir su
necesidad. Alguien se aprovechó de la situación y le compró el dispositivo por
muchísimo menos de su valor.
--Luego me remordía la conciencia
y hasta hoy, ese pensamiento no se quita de mi mente. Me aproveché de su
necesidad; hoy es él, mañana puede ser un hijo mío—se lamentaba.
Si anhelamos desarrollar intimidad con Dios es necesario que no abusemos
de quienes necesitan algo, como enseña el salmista: “Los
que prestan dinero sin cobrar intereses…” (Salmo 15:5 a. Nueva Traducción
Viviente)
Estamos llamados a imprimir cambios en nuestra sociedad a partir de un
comportamiento justo; ayudando a quien lo necesite y no aprovechándonos de su
escasez.
7. Ser intachable
En cierta ciudad peruana un juez era conocido por ser implacable. Sin
embargo saltó a la primera página de los diarios cuando las autoridades
pusieron al descubierto que fallaba muchos de los casos, fundamentado en los “favores” que recibía de los familiares
de quienes estaban siendo procesados.
Dios ama a quienes son intachables. Aquellos que hablan de la fe y del
Evangelio, pero que lo viven. Son ellos quienes desarrollan intimidad con Él,
como enseñan las Escrituras: “y no aceptan sobornos para mentir acerca de un
inocente.”(Salmo 15:5 b. Nueva Traducción Viviente)
Bajo ninguna circunstancia podemos abandonar nuestra condición de
hombres y mujeres justos. Eso es lo que espera el Señor de nosotros.
No se aparte de Dios
Nuestro amado Dios y Padre debe ocupar el primer lugar en nuestros
pensamientos y acciones. Si es así, tendremos intimidad en Su Presencia y
podremos movernos en la dimensión
sobrenatural que tanto anhelamos.
La Biblia enseña que quienes viven bajo sólidos principios de fe, que se
reflejan en sus acciones, estarán ante el Padre celestial. “Esa
gente permanecerá firme para siempre.”(Salmo 15:5 c. Nueva Traducción Viviente)
Es tiempo de traer cambio a su vida, y el crecimiento en todas las
áreas: la conductual y espiritual, que genera armonía en su mundo interior e
impacta positivamente a quienes le rodea. Sólo con ayuda de Dios podemos
lograrlo.
Hoy es el día oportuno para que le abra las puertas de su corazón a
Jesucristo. Puedo asegurarle que jamás se arrepentirá. Él será quien transforme
todo su ser. No deje pasar este momento y recíbalo en su corazón como su único
y suficiente Salvador.
Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirnos a pastorfernandoalexis@gmail.com
o llamarnos al (0057)317-4913705.
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